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Más pruebas sobre la relación entre el té verde y los riesgos cardiovasculares

¿Qué tiene de especial el té verde? Los expertos afirman que este té, que posee un alto contenido de catecol-polifenoles (compuestos que tienen actividad antioxidante), ayuda a rebajar los niveles de colesterol malo, destruye células cancerígenas y combate las enfermedades car...

¿Qué tiene de especial el té verde? Los expertos afirman que este té, que posee un alto contenido de catecol-polifenoles (compuestos que tienen actividad antioxidante), ayuda a rebajar los niveles de colesterol malo, destruye células cancerígenas y combate las enfermedades cardíacas. Ahora, una nueva investigación llevada a cabo por un equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Atenas aporta más pruebas sobre el último punto, al poner de manifiesto que el hecho de beber té verde (Camellia sinensis) mejora el funcionamiento de las células endoteliales que recubren el aparato circulatorio. Si dichas células dejan de funcionar como es debido, se produce ateroesclerosis, lo que aumenta el riesgo de afecciones cardiovasculares. Sus descubrimientos se publicaron recientemente en la revista European Journal of Cardiovascular Prevention and Rehabilitation. El investigador Dr. Nikolaos Alexopoulos y sus compañeros del Primer Departamento de Cardiología llevaron a cabo un ensayo aleatorio sobre la dilatación (medición del diámetro) de la arteria humeral en sujetos sanos en tres momentos distintos: tras consumir té verde, cafeína y agua caliente. Como placebo se utilizó simple agua caliente. Los investigadores midieron la dilatación de las arterias de los voluntarios a los 30, 90 y 120 minutos de la ingesta de los líquidos. Cabe destacar que, cuando aumenta el flujo sanguíneo, la dilatación de la arteria humoral se asocia a la función endotelial. De acuerdo con los investigadores, la dilatación permite predecir de forma independiente el riesgo cardiovascular. Según estos descubrimientos, el consumo de té verde aumentó la dilatación de la arteria humoral de forma considerable, hasta un 3,9% a los 30 minutos. Ni la cafeína ni el agua caliente tuvieron efectos significativos. «Estos descubrimientos pueden tener importantes implicaciones clínicas», aclaró el Dr. Charalambos Vlachopulos. «El consumo de té verde se ha asociado en varios estudios a una reducción de la morbilidad y mortalidad por afecciones cardiovasculares.» Los investigadores afirmaron que, aunque los estudios realizados antes mostraron que el endotelio reaccionaba mejor frente al consumo de té negro, ahora ha quedado claro que el té verde produce efectos beneficiosos a corto plazo sobre las arterias principales. «El té verde se consume menos en el mundo occidental que el té negro, pero podría aportar mayores beneficios a la salud, por la forma en la que parece mejorar la función endotelial», declaró el Dr. Vlachopulos. «Estudios recientes sobre el mismo tema han mostrado también efectos anticarcinógenos importantes que se atribuyen a las propiedades antioxidantes del té verde.» Originario de China, el té verde se prepara a partir de hojas de té puras sin fermentar y se argumenta que contiene las mayores concentraciones de polifenoles. Estos antioxidantes combaten los «radicales libres», compuestos que causan graves daños en el organismo humano. Una gran cantidad de toxinas de nuestro entorno, como las procedentes del sol, la polución y el tabaco, también pueden ser nocivas para nuestro organismo. El té verde, en cuyo procesado apenas se oxidan las hojas, contribuye a la neutralización de los radicales libres y puede reducir e incluso ayudar a mitigar el daño infligido al organismo. La investigación de estos científicos griegos podría favorecer que diversos organismos de control, tanto nacionales como internacionales, acepten que las etiquetas del té verde informen de su capacidad de reducir el riesgo cardiovascular, como piden algunos científicos. Como ejemplo podemos mencionar el caso del Organismo para el Control de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), que denegó una petición similar en el año 2006. El FDA comentó en su momento que no había pruebas suficientes para demostrar que el té verde puede reducir tal riesgo.

Países

Grecia