¿Plantean las impresoras láser un riesgo para la salud?
¿Podría la tan común impresora láser ser perjudicial para la salud de los empleados de oficina? Se ha dicho que estas impresoras podrían liberar en el ambiente partículas diminutas del material del que está compuesto el tóner. Estas partículas serían inhaladas por el consumidor, penetrarían en sus pulmones y resultarían perjudiciales para la salud. Así lo sospechaban unos científicos, quienes decidieron investigar el tema y obtuvieron unos resultados sorprendentes. Investigadores del Instituto Fraunhofer Wilhelm Klauditz (WKI) de Braunschweig (Alemania), en colaboración con científicos de la Universidad Tecnológica de Queensland (QUT) de Brisbane (Australia) indagaron en la controvertida cuestión de si las impresoras láser emiten partículas patogénicas de tóner, y los resultados obtenidos han sorprendido a todo el mundo. Estudios anteriores habían revelado que la concentración de partículas en el aire de las oficinas aumentaba hasta cinco veces en horas de trabajo debido al uso de impresoras. Se daba por supuesto que las impresoras emitían más partículas cuando funcionaban con cartuchos nuevos y al imprimir gráficos e imágenes que consumían más cantidad de pigmento. Ahora, contradiciendo los informes anteriores, en este estudio reciente se observó que las impresoras láser apenas despedían partículas de tóner. El profesor Tunga Salthammer, jefe de departamento en el WKI, explicó: «Lo que sí emiten algunas impresoras son partículas ultrafinas hechas de sustancias químicas orgánicas volátiles. Esta volatilidad, que nos permite saber que no se trata de polvo de tóner, es precisamente una propiedad esencial de dichas partículas.» Este descubrimiento les animó a indagar en la fuente de estas partículas ultrafinas. Para ello, idearon una técnica que les permitió averiguar y comparar la cantidad, el tamaño y la composición química de las partículas emitidas. En sus pesquisas recurrieron a BITKOM («Asociación Alemana de Tecnología de la Información, Telecomunicaciones y Nuevos Medios»), que dotó a los científicos de apoyo técnico y financiero. Los científicos descubrieron, asimismo, que la generación más moderna de impresoras que «imprimen» sin papel ni tóner también emiten estas partículas. «Lo más asombroso fue constatar que en este caso también se producen estas partículas ultrafinas. La causa es la unidad de fijación, una pieza que se calienta hasta los 220 °C durante la impresión para fijar las partículas de tóner sobre el papel», explicó el Dr. Michael Wensing, científico del WKI. Para corroborar sus resultados y descartar la posibilidad de contaminación externa, se pusieron a funcionar las impresoras en una cámara de pruebas cuyo tamaño variaba según las dimensiones de aquéllas. A continuación se usaron analizadores de partículas para contar la cantidad de éstas y medir sus distintos tamaños. Los científicos hallaron que las elevadas temperaturas alcanzadas hacían que se evaporasen sustancias volátiles como parafinas y aceites de silicio, las cuales se acumulaban formando partículas ultrafinas. Los investigadores puntualizaron que en algunas actividades cotidianas, en condiciones comparables, también se genera este tipo de partículas, concretamente al guisar o asar alimentos o incluso al utilizar una tostadora. Las impresoras están dotadas de filtros cuyo propósito es impedir la emisión de partículas, pero los investigadores cuestionan su total eficacia. «Hemos observado que los distintos filtros externos que existen para las impresoras funcionan también de manera muy distinta. La eficacia del filtro no puede ser absoluta porque estas partículas ultrafinas no salen por un punto concreto; también se escapan por ejemplo por la bandeja de salida del papel», señaló el Dr. Wensing.
Países
Australia, Alemania