Nuevo método para detectar sustancias potenciadoras del rendimiento
Los atletas que tomen sustancias dopantes nuevas y aún sin analizar para potenciar su rendimiento se van a llevar una sorpresa. Hasta ahora la ciencia ideaba análisis para detectar sustancias cuando éstas ya llevaban cierto tiempo circulando en el mercado. Ahora en Alemania un grupo de investigadores está ultimando los análisis para detectar un tipo de sustancias que aún no está disponible, pero que sí podría llegar a consumirse. Recientemente se publicó un artículo al respecto en la revista Drug Testing and Analysis. Ahora es más fácil que las autoridades descubran a los atletas que han consumido sustancias prohibidas para potenciar su rendimiento deportivo. Durante los últimos Juegos Olímpicos de Pekín fueron seis los casos de atletas descubiertos, y tras su finalización surgieron otros tres casos sospechosos. Desde distintas fuentes se asegura que muchos otros atletas también se doparon con sustancias que pasaron desapercibidas en los análisis comunes. Hay quien sospecha que algunos atletas podrían haber burlado los controles tomando fármacos que no se han analizado en humanos pero que se sabe tienen un efecto potenciador en animales. Al hallarse estas sustancias en una fase de desarrollo muy primaria, es muy complicado que las autoridades deportivas consigan detectarlas. Gracias al nuevo e innovador análisis, pronto las autoridades podrán detectar una serie de fármacos de reciente aparición y otros que ni siquiera han salido aún al mercado. Según explicaron los científicos, este análisis permite reconocer una estructura química fundamental que es característica de las benzotiazepinas, una clase de compuestos que estabilizan los canales proteínicos e impiden que el calcio se desprenda de las células musculares al realizar un ejercicio físico extenuante. Existe consenso científico con respecto a que el calcio favorece la contracción muscular. Si en los músculos se pierde calcio, las contracciones pierden intensidad y se empieza a sentir fatiga. «Una vez estos fármacos lleguen a la fase de ensayos clínicos con humanos, hay una gran probabilidad de que pasen desapercibidos en los controles deportivos», explicó el Dr. Mario Thevis, director del «Centro de Investigación Preventiva contra el Dopaje» de la Universidad del Deporte, con sede en Colonia (Alemania). «Esta es una investigación preventiva que nos permite estar preparados antes de que estos compuestos salgan "oficialmente" al mercado.» Según los responsables, la naturaleza de estos compuestos es simple, por lo que prácticamente se da por seguro que se producirán y comercializarán en el en el mercado negro como potenciadores del rendimiento. El Dr. Thevis añadió que su investigación ha servido para describir los compuestos por su peso y estructura molecular, lo que viene a servir como «huella» molecular para reconocerlos. Los investigadores demostraron que, mediante espectrometría de masas de gran resolución, se pueden detectar las benzotiazepinas JTV-519 y S-107 en la orina adicionada en concentraciones bajas de hasta 0,1 nanogramos por mililitro. «Hemos seguido los principios que se usan comúnmente para detectar los agentes anabólicos», aclaró el Dr. Thevis. «Nuestros estudios han confirmado que somos capaces de reconocer los compuestos correspondientes y que contamos con un análisis preciso.» El próximo objetivo, informaron, es dar con las moléculas que derivan de la descomposición metabólica de estos compuestos una vez en el organismo. De esta forma los investigadores tendrán un mejor conocimiento de los compuestos que deberán buscar al analizar las muestras de los atletas. Estas sustancias sólo pueden administrarse a humanos una vez se ha recibido la aprobación para proceder a realizar ensayos clínicos. Hasta entonces, los científicos deberán basarse en estudios comparativos con microsomas humanos, vesículas diminutas que imitan el metabolismo celular.
Países
Alemania