Si compra ropa pruébesela antes
Los consumidores que se llevan gran cantidad de ropa a los probadores saben bien lo que hacen. Las tallas varían de unas prendas a otras y las etiquetas «S», «M» y «L» han perdido su significado, según un informe titulado «¿Grande? Tallas de la ropa y etiquetado del tallaje». Los autores, investigadores de Finlandia, Noruega y Suecia, evaluaron la información que ofrecen los sistemas de tallaje que se emplean en la ropa hoy en día y su efectividad. El estudio se basó en una encuesta entre consumidores, las medidas de los pantalones en tres países nórdicos y entrevistas exhaustivas realizadas en Noruega. Los investigadores analizaron dos cuestiones: por un lado, la relación entre las tallas de la ropa y sus medidas reales y, por otro lado, los puntos de vista y las experiencias del consumidor sobre el primer punto. Los sistemas de tallaje que se emplean en la actualidad son confusos, según los autores, habida cuenta de que las medidas de los pantalones no son homogéneas ni dentro de una misma talla ni comparando distintas tallas. Los investigadores llegaron incluso a descubrir pantalones etiquetados como grandes que tenían menor tamaño que otros cuya etiqueta indicaba que eran de talla pequeña. Cabe reseñar que las tallas de los pantalones de mujer difieren todavía más si se comparan con las de los pantalones de hombre. Además, el estudio reveló que sólo se pueden hallar unas pocas variaciones sistemáticas entre los tamaños y las etiquetas: el país de origen de la marca que fabrica la ropa; el país en el que se fabricaron las prendas o las diferencias generales existentes entre Finlandia, Noruega y Suecia. El informe puso de manifiesto, no obstante, que los pantalones a la venta en tiendas cuya clientela está compuesta mayoritariamente por mujeres jóvenes tienen un tamaño ligeramente menor que los que se venden en las tiendas enfocadas a mujeres maduras. Hoy en día, los sistemas de etiquetas que informan sobre las tallas de ropa difieren tanto en los medios empleados como en su uso. Con la vista puesta en este último punto, el Comité Europeo de Normalización (CEN) tiene intención de desarrollar una nueva norma común para el etiquetado de las tallas de ropa. El CEN entiende que tal normativa hará más fácil la vida de los consumidores de todo el mundo y que en su elaboración se deberán tener en cuenta todos los aspectos de la sociedad. De acuerdo con los investigadores, los consumidores opinan que el sistema de etiquetado actual es adecuado pero también consideran positivo un sistema de etiquetado común. Para los consumidores será más sencillo encontrar ropa de su talla y se equivocarán menos al comprar si comprenden bien la relación entre el cuerpo, la ropa y la talla. Los investigadores subrayaron que esta mejor comprensión contribuiría al debate sobre el peso corporal y el ideal de belleza. El informe fue escrito por investigadores del Instituto Nacional de Investigación del Consumo (SIFO) de Noruega, y fue traducido y difundido por representantes del Centro Nacional de Investigación sobre Consumo de Finlandia y del Centro de Ciencias del Consumo de la Universidad de Gotemburgo (Suecia).
Países
Finlandia, Noruega, Suecia