La investigación de la UE en TI debe ser «inventiva y valiente» para mantener su liderazgo, se afirma en una conferencia
En la primera edición de la Conferencia Europea de Futuras Tecnologías se afirmó ayer que la UE debe impulsar su política visionaria en materia de investigación en tecnologías de la información (TI) para poder asumir las riendas en el proceso de conversión de las grandes ideas de investigación en tecnologías del futuro. Este evento, organizado por la Comisión Europea, se celebró entre el 21 y el 23 de abril en Praga (República Checa) con el objetivo de suscitar un debate sobre la ciencia en las fronteras del conocimiento y la influencia de las tecnologías del futuro en la sociedad. La celebración de esta conferencia coincidió con la presentación de la nueva Comunicación de la Unión Europea sobre investigación en TI «de alto riesgo», que situará a Europa a la cabeza de «la ciencia más allá de la ficción» fomentando la cooperación en investigación entre países y disciplinas y doblando la inversión en investigación tanto a nivel nacional como comunitario antes de 2015. La Comisión materializará su liderazgo aumentando antes del 2013 en un 70 % su nivel actual de inversión en investigación sobre TI, que asciende a 100 millones de euros. Las iniciativas europeas de investigación en materia de TI y la inversión comunitaria destinada a las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) se están quedando atrás respecto a las de otros países como Estados Unidos o Japón. Paradójicamente, aunque la UE genera casi un tercio del conocimiento científico a nivel mundial, la investigación en este campo supone tan sólo la cuarta parte del total de la actividad investigadora, contradicción ésta que debe subsanarse para que Europa pueda establecerse entre las principales potencias en investigación en materia de TI. En la conferencia se hizo un llamamiento a los Estados miembros de la UE para que redoblen sus esfuerzos de financiación de la investigación en TI de alto riesgo e igualen la importante inversión que hacen en este campo países como Estados Unidos, Japón o China. «Europa debe ser inventiva y valiente, especialmente en tiempos de crisis», declaró Viviane Reding, Comisaria de Sociedad de la Información y Medios de Comunicación, en el acto de apertura de la conferencia. «La investigación es la semilla de la innovación, la cual es clave para la competitividad mundial de Europa a largo plazo. Los adelantos científicos y revolucionarios constituyen enormes oportunidades y debemos reunir a los mejores cerebros para sacarles el máximo partido.» Entre los proyectos de investigación futurista en materia de TI destaca uno relacionado con una silla de ruedas guiada por la mente que será capaz de interpretar las señales del cerebro y que proporcionará una mayor movilidad a miles de europeos discapacitados, y también otro proyecto que trata sobre ordenadores capaces de procesar cantidades ilimitadas de información a una velocidad que supera la de la luz gracias a un gran logro de la investigación en tecnología cuántica, campo éste en el que Europa ya ostenta una posición de liderazgo. Además de aumentar su inversión en investigación, la Comisión también prevé llevar a cabo antes de 2013 al menos dos proyectos de investigación en ámbitos como el desarrollo de bioordenadores. Al aumento de la financiación motivado por estas nuevas iniciativas se sumarán otros efectos positivos, como el fomento de la participación de jóvenes científicos e investigadores en investigaciones de alto riesgo y el apoyo a las pequeñas y medianas empresas (PYME) dedicadas al desarrollo de las TI para que puedan aumentar su capacidad de investigación y para que sus resultados se traduzcan rápidamente en oportunidades comerciales. En palabras de la Comisaria Reding, «combinar los esfuerzos de los veintisiete Estados miembros de la UE e intensificar la cooperación con los socios del mundo es esencial para que Europa tome la iniciativa en relación con las futuras tecnologías de la información, que pueden facilitar soluciones radicalmente nuevas para los ciudadanos europeos en ámbitos tales como la salud, el cambio climático, el envejecimiento de la población, el desarrollo sostenible o la seguridad».
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