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El consumo habitual de aspirina puede hacer más mal que bien, advierte un estudio

¿Es bueno para la salud tomar aspirina con regularidad? Una investigavión reciente, que forma parte del programa BIOMED («Biomedicina y salud») y está financiada con fondos comunitarios, demuestra que no siempre es así. Los investigadores responsables han descubierto que, si b...

¿Es bueno para la salud tomar aspirina con regularidad? Una investigavión reciente, que forma parte del programa BIOMED («Biomedicina y salud») y está financiada con fondos comunitarios, demuestra que no siempre es así. Los investigadores responsables han descubierto que, si bien el consumo regular de aspirina puede reducir la tasa de infartos o ictus no mortales alrededor de un 12%, el riesgo de hemorragias internas en personas que no tienen antecedentes relevantes (prevención primaria) aumenta un 33%. Los resultados se han publicado en la revista The Lancet. El profesor Colin Baigent, de la Unidad de Servicios de Ensayos Clínicos y la Unidad de Estudios Epidemiológicos de la Universidad de Oxford (Reino Unido) fue el coordinador del estudio, el cual concluyó que la recomendación general de que los individuos sanos tomen aspirina de forma regular no está justificada. «La seguridad de los fármacos es un aspecto muy importante cuando uno hace una recomendación a decenas de millones de personas sanas», asegura en The Daily Mail. Asimismo añadió que, en lo que respecta a las personas sanas, no hay pruebas suficientes para afirmar que los beneficios a largo plazo de la aspirina superan a los riesgos con un margen suficiente. «En gran medida, las recomendaciones actuales pasan por alto que el riesgo de hemorragia no es igual en todos los individuos y aconsejan de forma genérica a quienes presentan un riesgo moderado de sufrir cardiopatías isquémicas que consuman aspirina como prevención primaria», se lee en el estudio. «También se ha sugerido que, puesto que la edad es un factor muy determinante en el riesgo de cardiopatías isquémicas, a partir de una edad determinada las personas deberían empezar a consumir aspirina de forma regular, ya sea de forma aislada o combinada con otros fármacos.» Los investigadores, miembros de la colaboración de «Ensayistas de Antitrombosis» (Antithrombotic Trialists, ATT), evaluaron la información procedente de más de 95.000 personas que participaron en seis ensayos clínicos aleatorios en los que se examinó el consumo de aspirina como método de prevención primaria. De acuerdo con los resultados, el riesgo de episodios vasculares graves se redujo de un 0,57% a un 0,51% al año gracias al tratamiento con aspirina. Sin embargo, el riesgo de padecer hemorragias importantes aumentó de un 0,07% a un 0,10% al año. Según los investigadores, esto indica que, en realidad, la aspirina no es un método infalible de prevención primaria. «La terapia antiplaquetaria a largo plazo (es decir, con aspirina) que siguen los pacientes que corren un riesgo alto de infarto, debido a que ya han padecido enfermedad vascular oclusiva, reduce el riesgo anual de sufrir episodios vasculares graves en alrededor del 25%», se lee en el estudio. «De media, este descenso se corresponde con una reducción absoluta de unos 10 o 20 casos por cada 1.000 en cuanto a la incidencia anual de episodios no mortales. Además, reduce ligera pero indudablemente las muertes por causas vasculares.» En los estudios de prevención secundaria, dirigidos a pacientes que toman aspirina para prevenir otro infarto, los investigadores descubrieron que la aspirina reduce alrededor de un 20% el riesgo de sufrir episodios vasculares graves. Tanto para los hombres como para las mujeres, la reducción del riesgo fue parecida en ambas series de pruebas. Según los investigadores, la alternativa a la prevención primaria es retrasar el comienzo del tratamiento a largo plazo con aspirina hasta que haya algún indicio de enfermedad vascular oclusiva, que afecta a las arterias y conduce a la insuficiencia arterial distal e isquemia. «La desventaja más importante de este retraso es que la primera vez que se manifestara la enfermedad podría dejar discapacitado al sujeto o provocarle la muerte. Por otra parte, la principal ventaja es que podría evitar décadas de leve incremento del riesgo de derrames cerebrales o hemorragias extracraneales importantes», según demuestra el estudio. El equipo de investigación informó que se siguen realizando ensayos clínicos.

Países

Reino Unido

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