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Un estudio muestra el efecto de las ondas cerebrales en el comportamiento humano

Investigadores del Reino Unido han descubierto que si se aumenta la intensidad de cierto tipo de onda cerebral se puede lentificar el movimiento de una persona. Los descubrimientos, publicados en Internet en la revista Current Biology, aportan la primera prueba directa de que ...

Investigadores del Reino Unido han descubierto que si se aumenta la intensidad de cierto tipo de onda cerebral se puede lentificar el movimiento de una persona. Los descubrimientos, publicados en Internet en la revista Current Biology, aportan la primera prueba directa de que las ondas cerebrales pueden influir en el comportamiento de individuos sanos. También podrían conducir al desarrollo de nuevos fármacos para tratar enfermedades caracterizadas por provocar en los pacientes movimientos incontrolados o ralentizados. Cada tipo de onda cerebral posee una frecuencia y una localización característica. En este estudio, los científicos investigaron las ondas beta, cuya frecuencia es de 20 hercios (Hz). Estudios anteriores habían mostrado que las ondas beta están relacionadas con las actividades musculares continuas, como las que se realizan, por ejemplo, cuando se sujeta un libro al leer. Las ondas beta disminuyen justo antes de comenzar a moverse. Científicos del Instituto de Neurología del University College de Londres aplicaron una corriente eléctrica de poca intensidad al cerebro de catorce pacientes sanos a través del cuero cabelludo. Utilizaron una corriente oscilatoria, pues es más semejante a la actividad cerebral normal que la corriente constante. El estímulo administrado fue de muy poca intensidad y en absoluto perceptible para los participantes. Las instrucciones de la prueba a la que fueron sometidos consistían en seguir, mediante una palanca de mando, un punto que se desplazaba por la pantalla de un ordenador. El objetivo era mantener el punto contenido dentro de un círculo mayor que aparecía a intervalos regulares en distintos lugares de la pantalla. La investigación desveló que si se aumentaba el nivel de ondas beta la velocidad de los participantes descendía en un 10%. El resultado sorprendió a los investigadores debido a la intensidad mínima de los estímulos eléctricos aplicados. «Por fin hemos logrado una prueba experimental de que las ondas cerebrales influyen en el comportamiento de los humanos, en este caso en la velocidad a la que se realiza un movimiento», declaró Peter Brown, director de la investigación. Los descubrimientos también sugieren que la elevada actividad de ondas beta que se observa en los pacientes de Parkinson podría ser la responsable de la reducción en la velocidad de movimiento que provoca esta enfermedad. «Si conocemos qué patrones de actividad cerebral frenan los movimientos voluntarios, podemos intentar promoverlos en casos de corea o distonía, enfermedades que provocan gran cantidad de movimientos incontrolados», comentó el profesor Brown. «Por el contrario, podemos intentar reducir la actividad de ondas beta en pacientes que presentan lentitud en sus movimientos por padecer enfermedades como el Parkinson.»

Países

Reino Unido