Aplicación de la energía solar a sistemas de refrigeración en el norte de África
Los responsables de un proyecto financiado con fondos comunitarios han logrado instalar dos centrales solares dedicadas específicamente a la refrigeración de productos perecederos en una bodega vinícola de Túnez y una central lechera de Marruecos, constatando así la viabilidad económica de la refrigeración con energía solar. El concepto de refrigeración a partir de energía térmica podría resultar muy beneficioso para el sector agroalimentario en el arco mediterráneo. La tecnología referida fue desarrollada y puesta en práctica en el marco del proyecto MEDISCO («Aplicaciones de tecnologías solares de refrigeración en el sector agroalimentario mediterráneo»), financiado con 1,4 millones de euros a través de la partida presupuestaria de «Cooperación Internacional» perteneciente al Sexto Programa Marco (6PM). La energía solar se aplica con frecuencia en sistemas de aire acondicionado de edificios, pero sus posibilidades para hacer funcionar sistemas de refrigeración industriales no han sido objeto de un estudio exhaustivo. Los socios del proyecto MEDISCO evaluaron qué opciones de refrigeración a partir de energía solar serían las más adecuadas para las capacidades tecnológicas y económicas de los sectores de la alimentación y la refrigeración de Egipto, Marruecos y Túnez. Tras un análisis de las necesidades energéticas de estos sectores, diseñaron un concepto novedoso de refrigeración con energía solar de altas prestaciones. Recientemente se construyeron dos instalaciones experimentales siguiendo dicho concepto, una en Marruecos y otra en Túnez. Las instalaciones constan de colectores concentradores que dirigen la luz solar hacia un absorbedor por medio de un reflector. De este modo, la radiación solar calienta agua hasta los 200 °C, lo cual activa la máquina de absorción-refrigeración. «La refrigeración no se consigue con el uso de electricidad, sino de calor», explicó el Dr. Tomás Núñez, del Instituto Fraunhofer de Sistemas de Energía Solar (Alemania). El sistema de refrigeración emplea una mezcla de agua y glicol para evitar que el agua, cuya temperatura es inferior a cero, se congele y atasque la máquina. En la instalación de la central lechera, esa misma mezcla se recoge en «acumuladores de frío» y se bombea a través de un intercambiador de calor que enfría la leche. «En la bodega de vino utilizamos un sistema ligeramente distinto. El refrigerante fluye por conductos enroscados alrededor de los barriles», explicó el Dr. Núñez. «Nuestro método es ideal para países con muchos días de luz solar al año y también para zonas aisladas desprovistas de medios convencionales de refrigeración por la escasez de agua o por la ausencia de fuentes de energía fiables», aseguró el Dr. Núñez. «Es respetuoso con el medio ambiente y reduce al mínimo el consumo de electricidad, un factor que eleva el coste de la refrigeración convencional. Se dispone de refrigeración siempre que luzca el sol, lo que significa que se puede contar con ella precisamente en los picos de demanda.» El sistema de refrigeración de MEDISCO es un proyecto de demostración, y sus operaciones se someterán a un examen exhaustivo para sacar el máximo partido a esta nueva tecnología. Según el Dr. Núñez: «El sistema aún no está listo para comercializarse, pero estoy convencido de que en el futuro se podrá contar con refrigeración por energía solar en explotaciones agropecuarias y en industrias químicas y de cosméticos». Los socios de MEDISCO, coordinados por la Universidad Politécnica de Milán (Italia), son universidades, empresas pequeñas y compañías de suministro energético de Egipto, Francia, Alemania, Marruecos, España y Túnez. El Centro Mediterráneo de la Energía Renovable (MEDREC, Túnez) está contribuyendo a divulgar los conocimientos y las experiencias recabadas por el proyecto.
Países
Alemania, Marruecos, Túnez