Ofensiva científica contra las falsificaciones
La falsificación de productos está en auge y Europa no se libra de la invasión de las imitaciones. Desde 2001 la cantidad de productos falsificados confiscados por las autoridades aduaneras de la Unión Europea no ha hecho sino aumentar, llegando hasta los 178 millones en 2008. Pero los controles fronterizos no bastan por sí solos para detener esta tendencia de dimensiones mundiales, y por ello científicos de empresas e instituciones de la UE se han agrupado para hallar una solución al problema. Así, han desarrollado una serie de herramientas que se espera que faciliten a los consumidores, distribuidores, gobiernos y empresas la distinción entre productos auténticos e imitaciones ilegales. El proyecto STOP («Detener la manipulación de productos») recibió 2,78 millones de euros a través del área temática «Tecnologías de la sociedad de la información» del Sexto Programa Marco (6PM) de la UE. Por regla general, los consumidores son conscientes de la existencia de un comercio internacional de productos falsificados, por ejemplo bolsos de lujo o relojes de diseño falsos cuyo precio es demasiado barato para no desconfiar. La falsificación también afecta de forma cada vez más alarmante a un gran número de productos más problemáticos como juguetes, cigarrillos, cosméticos, aparatos eléctricos o incluso piezas de repuesto para aviones. Igualmente preocupante es la invasión de medicamentos falsificados en los mercados de la UE. Por ejemplo, han adquirido popularidad las falsificaciones de píldoras de Viagra y también diversos fármacos contra el colesterol, la osteoporosis y la hipertensión, muchos de ellos producidos en la India. Por consiguiente, éste no es sólo un problema de descrédito de marcas, ni siquiera de pérdidas económicas para empresas, sino de un peligro posible para nuestra salud y seguridad. El proyecto europeo STOP reunió a varias empresas afectadas por las falsificaciones, como el fabricante aeronáutico Airbus, la farmacéutica Novartis y varios fabricantes de productos de lujo y creadores de software. Los socios opinan que hace falta modificar los planteamientos y sustituir las investigaciones policiales «a posteriori» por actuaciones preventivas y exhaustivas contra la raíz del sistema. «Los departamentos de seguridad de la mayoría de empresas han colaborado con la policía y las autoridades locales para tratar de cerrar las páginas web en Internet y tiendas físicas que venden los productos falsificados, pero este procedimiento sirve únicamente para eliminar parte del problema», indicó el coordinador de STOP, el Dr. Harald Vogt, de la empresa alemana de informática SAP. «Nosotros hemos puesto en práctica una combinación eficaz de tecnología y organización, un sistema completo que las distintas empresas pueden aplicar sin incurrir en grandes costes adicionales y que no precisa de una formación exhaustiva», añadió. En primer lugar, los socios de STOP realizaron un amplio análisis de la oferta y la demanda de productos ilícitos y modelaron todos los pasos del proceso desde su diseño hasta la venta. Desarrollaron herramientas útiles para empresas y las probaron en ámbitos comerciales reales y pertinentes. Las soluciones consisten en aparatos de identificación por radiofrecuencia (RFID), es decir, etiquetas inteligentes personalizadas y lectores de éstas fáciles de usar, software para rastrear los productos y gestionar datos de autentificación, y directrices para empresas. Este conjunto de herramientas contribuirá a asegurar la producción, distribución y adquisición de productos auténticos en todas las etapas de la cadena de suministro. Los investigadores de STOP probaron las tecnologías en uno de los productos más complicados posibles: un lujoso reloj de pulsera de diseño. La integración de un chip RFID en el reloj sin que afecte al diseño y la posterior transmisión de señales de radiofrecuencia a través de la carcasa metálica planteaban en principio una gran dificultad, pero el Dr. Vogt opina que «al final resultó bastante asequible». El coste correspondiente también es razonable y da motivos para esperar una implantación muy extensa. STOP ya ha generado resultados con aplicación práctica. Concretamente, el socio SAP ha constituido una nueva empresa denominada Original1 con sede en Alemania que empleará tecnología inspirada en STOP para prestar servicios de prevención de falsificaciones en todo el mundo.