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Descubierta una relación entre el cáncer de pecho y las hormonas sexuales

Cerca del 10% de las mujeres desarrollarán cáncer de mama en algún momento de su vida. Grandes estudios de población revelan que las progestinas (hormonas sexuales sintéticas) utilizadas en la terapia de sustitución hormonal (TSH) y en anticonceptivos pueden aumentar el riesgo...

Cerca del 10% de las mujeres desarrollarán cáncer de mama en algún momento de su vida. Grandes estudios de población revelan que las progestinas (hormonas sexuales sintéticas) utilizadas en la terapia de sustitución hormonal (TSH) y en anticonceptivos pueden aumentar el riesgo de cáncer de mama. Investigadores de todo el mundo luchan contra esta enfermedad común y mortal y entre ellos se encuentra un grupo de científicos financiados con fondos comunitarios y dirigidos por el Instituto de Biotecnología Molecular de la Academia Austriaca de las Ciencias (IMBA) de Viena que ha identificado un mecanismo clave por el que la progestina influye en las células mamarias directamente. Publicado en la revista Nature, el estudio se basó en trabajos anteriores del profesor Josef Penninger del IMBA, que descubrió la primera evidencia genética de que la proteína denominada RANKL es el regulador maestro de la salud ósea al activar las células que degradan el material óseo cuando ha de ser sustituido. Cuando el sistema falla y se produce un exceso de proteína, se produce la pérdida de masa ósea que caracteriza a la osteoporosis. El descubrimiento de exactamente la misma molécula en los tejidos mamarios ha hecho que los científicos establezcan un nuevo vínculo entre las hormonas sexuales y el cáncer de mama. Pruebas realizadas en ratones confirmaron que la combinación de una hormona sexual femenina sintética utilizada en la TSH con las píldoras anticonceptivas puede activar la RANKL en las células mamarias de los ratones. En consecuencia, estas células empiezan a dividirse y multiplicarse y no mueren cuando deberían. Es más, las células madre mamarias se vuelven capaces de renovarse a sí mismas, lo que finalmente provoca cáncer de mama. La empresa de biotecnología Amgen (Estados Unidos) realizó varias pruebas de tratamiento de ratones y descubrió que el bloqueo farmacológico del sistema RANKL retrasa significativamente la formación de tumores mamarios y motiva una disminución importante de la incidencia del cáncer de mama en ratones. En otro modelo con ratones, la inhibición de RANKL no sólo redujo la formación de tumores de mama, sino también la metástasis pulmonar. «Hace diez años formulamos la hipótesis de que RANKL podría influir en el cáncer de mama; nos ha costado todo este tiempo desarrollar sistemas capaces de confirmarla», explicó el profesor Penninger, coautor del estudio. «He de admitir que me sorprendió descubrir la enorme magnitud de los efectos de este sistema. Millones de mujeres consumen derivados de la progesterona en forma de anticonceptivos y terapias de sustitución hormonal. Dado que nuestros resultados demuestran que el sistema RANKL es un enlace molecular importante entre una hormona sexual sintética y los tumores mamarios, es posible que en el futuro las mujeres puedan reducir el riesgo de cáncer de mama mediante la ingesta de fármacos bloqueadores.» Las autoridades comunitarias y estadounidenses han aprobado un anticuerpo monoclonal denominado denosumab para tratar la osteoporosis y se está estudiando de nuevo para comprobar si puede también utilizarse para el tratamiento de la metástasis ósea en pacientes con cánceres avanzados. «Serán necesarios más estudios para probar el principio de nuestros hallazgos», aseguró el autor principal del artículo, el Dr. Daniel Schramek del IMBA. «Pero esperamos que las pruebas médicas con denosumab puedan comenzar pronto para saber si los resultados de los estudios con ratones son directamente extrapolables al cáncer de mama humano.» Investigadores de Australia, Canadá, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos también participaron en este estudio, para el que se dispuso de fondos de los proyectos comunitarios MASTERSWITCH e INFLA-CARE, de una beca de excelencia Marie Curie por valor de 1,86 millones de euros y de una Subvención Avanzada (Advanced Grant) del Consejo Europeo de Investigación de casi 2,5 millones de euros. MASTERSWITCH («Mecanismos de ataque contra efectores activadores de síndromes reumáticos mediante elecciones terapéuticas innovadoras») recibió más de 11 millones de euros e INFLA-CARE («Comprensión de la tumorigénesis asociada a inflamación para el diseño racional de nuevas estrategias terapéuticas contra el cáncer») 12 millones de euros mediante el tema «Salud» del Séptimo Programa Marco (7PM).

Países

Austria, Australia, Canadá, Alemania, Reino Unido, Estados Unidos

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