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Los osos polares tienen raíces irlandesas

Un equipo internacional de investigadores financiados por la Unión Europea ha descubierto que el árbol genealógico del oso polar se remonta a una osa parda que habría vivido hace entre 20 000 y 50 000 años, a mediados de la última glaciación, cerca de lo que hoy en día es Irla...

Un equipo internacional de investigadores financiados por la Unión Europea ha descubierto que el árbol genealógico del oso polar se remonta a una osa parda que habría vivido hace entre 20 000 y 50 000 años, a mediados de la última glaciación, cerca de lo que hoy en día es Irlanda. El equipo de científicos, procedentes de Irlanda, Rusia, España, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos y dotado de financiación por el Consejo Europeo de Investigación dentro del Séptimo Programa Marco (7PM), explica que los cambios climáticos sufridos por la placa de hielo del Atlántico Norte propiciaron con toda probabilidad el solapamiento periódico de los hábitats de estas dos especies de osos. Estos solapamientos habrían favorecido su apareamiento, de tal manera que ADN materno del oso pardo se habría introducido en el del oso polar. En el transcurso del estudio, el equipo analizó 242 linajes mitocondriales de ambas especies a partir de muestras de los últimos 120 000 años procedentes de múltiples zonas geográficas. Según explican los autores en un artículo publicado en la revista Current Biology, ahora que se posee un conocimiento más amplio sobre la genealogía de los osos polares -una especie en peligro de extinción- las iniciativas de conservación podrán orientarse con más precisión. Los osos polares y los osos pardos actuales son sumamente diferentes en cuanto a tamaño corporal, color del pelaje, tipo de piel, estructura de los dientes y muchas otras características físicas, pero también en su comportamiento. Mientras que los osos polares son expertos nadadores, capaces de sobrevivir al riguroso ambiente ártico, los osos pardos están aclimatados a las regiones montañosas, los bosques y los valles de Asia, Europa y Norteamérica. «Pese a las diferencias, sabemos que estas dos especies se han cruzado y mezclado de manera oportunista y probablemente con reiteración durante los últimos 100 000 años», informó Beth Shapiro de la Universidad Estatal de Pensilvania, uno de los investigadores del proyecto. «Y lo que es más importante, estudios anteriores han indicado que el oso pardo habría aportado material genético al linaje mitocondrial del oso polar, siendo éste la parte materna del genoma, el ADN heredado exclusivamente por vía materna. Pero hasta ahora no se sabía en qué momento los osos polares modernos adquirieron la forma actual de su genoma mitocondrial.» Antes se pensaba que el antepasado hembra de los osos polares modernos vivió en las islas Admiralty, Baranof and Chichagof, pertenecientes a Alaska, hace 14 000 años, pero la investigación referida amplía los conocimientos y revela que las dos especies se habrían cruzado mucho antes. Esto significa que el ADN mitocondrial del oso polar moderno probablemente sufrió una fijación, es decir, una reducción drástica de la variación genética y una transición a un estado en el que el acervo genético sólo incluye una forma de un gen determinado. Pese a que tanto el oso polar como el oso pardo han experimentado periodos prolongados de estabilidad geográfica, en los últimos 500 000 años o más probablemente se produjeron episodios de calentamiento y enfriamiento que habrían generado condiciones ambientales favorables al cruce entre estas dos especies. «Probablemente el oso polar y el oso pardo entraron en contacto de manera intermitente, sobre todo en las regiones costeras donde los efectos de los cambios climáticos fueran más acusados», apuntó Shapiro. «Una vez entran en contacto, no parece haber impedimentos a su apareamiento. Lo más destacado es que estas dos especies se encontraron durante períodos prolongados de tiempo en distintas ocasiones y que compartieron hábitats e intercambiaron genes.» Los cambios climáticos que favorecieron el encuentro de las dos especies habrían sido fluctuaciones extremas en la cantidad y la distribución de hábitats en la región del Atlántico Norte. Dichas fluctuaciones habrían ocasionado el solapamiento temporal de las zonas geográficas ocupadas por los osos polares y pardos. Por ejemplo, durante un período de calentamiento, el aumento de las temperaturas atmosféricas, el deshielo glacial y la subida del nivel del mar probablemente obligaron a los osos polares a pasar más tiempo buscando comida en tierra firme, donde habrían estado próximos a sus parientes pardos. De manera similar, en períodos glaciales de enfriamiento, los osos pardos que vivían lejos de las costas podrían haberse visto obligados a adentrarse en hábitats normalmente frecuentados por osos polares. Hace cerca de 20 000 años se produjeron glaciaciones que generaron grandes glaciares de desbordamiento en la plataforma occidental, la cuenca del Mar de Irlanda y el Mar Celta, a resultas de lo cual algunas regiones de Irlanda habrían sido inhabitables. Ello habría obligado probablemente a que los osos pardos pasaran más tiempo en las mesetas de hielo y en tierras puestas al descubierto por el descenso del nivel del mar. Los científicos creen que el planeta experimenta en la actualidad otro periodo de calentamiento denominado Holoceno o también Interglacial Presente y que es un periodo aún más cálido que el que supuso el inicio de la última glaciación. «Curiosamente estamos siendo testigos de un cambio similar en el clima ártico, caracterizado por el deshielo glacial, periodos más cortos con presencia de hielo marino, períodos más largos con extensiones de mar despejadas durante el verano y subida del nivel del mar», apuntó Shapiro. «Y una vez más esos cambios dan a osos polares y pardos la oportunidad de compartir hábitats y aparearse. De hecho en los últimos cinco años se ha informado de varios casos de osos adultos híbridos.» Por esta razón conviene que las medidas de conservación vayan también dirigidas a los híbridos.Para más información, consulte: Trinity College de Dublín: http://www.tcd.ie/

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Irlanda