Un marco para la formulación de políticas en materia de cambio climático
Los modelos relativos a la evolución del clima futuro y sus repercusiones contienen un alto nivel de incertidumbre, al igual que los modelos para evaluar los costes y beneficios asociados a las diferentes vías de mitigación. El proyecto financiado con fondos europeos TRANSrisk(se abrirá en una nueva ventana) abordó esta brecha del conocimiento con el objetivo de ayudar a los responsables políticos a aplicar políticas climáticas más eficaces mediante una mejor comprensión de los costes, los beneficios, los riesgos y las incertidumbres asociados a las diversas opciones políticas. Los investigadores desarrollaron un marco de evaluación en el que incorporaron el análisis de riesgos e incertidumbres respecto a los costes y beneficios de las vías de transición y los diseños de políticas consiguientes. Estas vías proporcionan información sobre una serie de innovaciones tecnológicas que pueden contribuir a una transición sostenible con bajas emisiones de carbono en los sectores de la energía, el transporte, la agricultura y la industria. Un conjunto de herramientas de apoyo a la toma de decisiones también ayudó a los responsables políticos y al diseño de estas políticas. «Algunas de nuestras herramientas pueden explorar, categorizar y analizar la experiencia de las principales partes interesadas del sector, mientras que otras pueden ayudar a hacer estimaciones rápidas y sencillas de los impactos de los cambios políticos propuestos», declara la doctora Jenny Lieu, coinvestigadora del proyecto. Estudios de caso examinados Los socios del proyecto probaron ampliamente las herramientas y la orientación desarrolladas por TRANSrisk en catorce estudios de caso en países de Europa y América del Norte y las economías de rápido crecimiento de África, Asia y América Latina. «Cada estudio de caso se centró en sectores económicos y tecnologías hipocarbónicas fundamentales para el país en cuestión, mediante la aplicación de un marco común a tecnologías y contextos muy diferentes (sociales, económicos y políticos)», explica el otro coinvestigador del proyecto, el profesor Gordon MacKerron. Los estudios de caso incluyeron la energía solar fotovoltaica en los Países Bajos, tanto a escala de tejado como de parque solar, y la transición del carbón a las energías renovables en el sector de generación de energía de Polonia. Un estudio de caso indonesio examinó el uso de biodigestores y biogás para la generación de electricidad tanto a escala de pequeño municipio como a mayor escala. En Chile, los investigadores examinaron la producción de energía solar y cómo se pueden perfeccionar las medidas de mitigación contra el carbono para mejorar la calidad del aire urbano. La colaboración con un grupo diverso de partes interesadas puede ayudar a mejorar la comprensión de los problemas principales y los riesgos potenciales y cómo estos repercuten en los diferentes grupos. Por lo tanto, TRANSrisk colaboró con las partes interesadas, como las organizaciones no gubernamentales y la industria, a través de sus talleres de estudios de caso y entrevistas. Según el profesor MacKerron: «La mayoría de los estudios de caso utilizaron un proceso bidireccional, en el que las partes interesadas proporcionaban información y resultados sobre las posibles vías hipocarbónicas, y recibían comentarios al respecto». Beneficios múltiples Este proceso tuvo dos repercusiones principales. En primer lugar, se proporcionó a las partes interesadas un análisis académico innovador de sus tecnologías y vías hipocarbónicas preferidas. En segundo lugar, las asociaciones creadas entre las partes interesadas y el ámbito académico pueden ser utilizadas por ambas partes en el futuro para comprender mejor los avances de las tecnologías con bajas emisiones de carbono y su despliegue. Las vías para la transición hacia un futuro hipocarbónico a menudo se perciben como intrínsecamente positivas, pero los estudios de caso revelaron varios casos de concesiones que provocan repercusiones sociales, económicas o ambientales negativas a escala local. En algunos casos, estas concesiones pueden conducir a la resistencia social, por ejemplo, si un gran número de personas (o aquellos que trabajan en sectores políticamente influyentes) se enfrentan a la pérdida de sus empleos. TRANSrisk aportará beneficios a los responsables políticos y a los investigadores, así como a los ciudadanos. «El proyecto ayudará a quienes deseen comprender no solo los costes asociados al cambio climático, sino también los riesgos, las incertidumbres y los efectos secundarios relacionados con las diferentes vías de mitigación, así como la aceptación pública (o la falta de ella) de las tecnologías hipocarbónicas», concluye la doctora Lieu.