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Un estudio científico demuestra que los osos polares son más antiguos de lo que se creía

Un equipo científico internacional ha presentado pruebas de que el origen de los osos polares como especie independiente se remonta a unos 600 000 años. En un artículo publicado en la revista Science, los miembros del equipo desvelaron que el carnívoro más grande del Ártico es...

Un equipo científico internacional ha presentado pruebas de que el origen de los osos polares como especie independiente se remonta a unos 600 000 años. En un artículo publicado en la revista Science, los miembros del equipo desvelaron que el carnívoro más grande del Ártico es cinco veces más antiguo de lo que se pensaba hasta ahora. Los resultados tienen implicaciones que atañen a los esfuerzos por conservar esta especie ártica en peligro de extinción. El estudio, que contó con la participación de científicos de Alemania, España, Estados Unidos y Suecia, se basó en un análisis de la información contenida en el genoma nuclear de osos polares y osos pardos. Sabemos que es muy difícil desentrañar la historia evolutiva de los osos polares, ya que tienden a pasar la mayor parte de su vida en el hielo marino y, por lo general, allí suelen morir igualmente. Los restos de los osos polares, por lo tanto, se hunden en el lecho marino, donde son pulverizados por los glaciares, o permanecen ocultos. Por este motivo, los restos fósiles de los osos polares son poco frecuentes. Estudios anteriores apuntaban a que el antepasado del oso polar podría haber sido un oso pardo que vivió hace unos 150 000 años. Dicha investigación se basó en el ADN de las mitocondrias, orgánulos descritos a menudo como las «centrales energéticas de la célula». Adoptando una perspectiva diferente, el equipo se centró en estudiar a fondo la información genética contenida en el núcleo celular. El autor principal del estudio, Frank Hailer del Centro de Investigación de la Biodiversidad y el Clima (BiK-F) de Fráncfort (Alemania), explicó: «En lugar del planteamiento tradicional basado en estudiar el ADN mitocondrial, nosotros estudiamos muchos fragmentos de ADN nuclear que se heredan independientemente los unos de los otros y caracterizamos dichos fragmentos, o marcadores genéticos, en varios ejemplares de osos polares y osos pardos». Los datos obtenidos a partir del ADN nuclear indican que los osos polares se desarrollaron realmente en el Pleistoceno medio, hace unos 600 000 años. Esto habría dado mucho más tiempo a los antepasados del oso polar para colonizar el Ártico y adaptarse a sus duras condiciones. Basándose en el análisis del ADN mitocondrial, los científicos habían considerado anteriormente que los osos polares constituían un ejemplo de adaptación sorprendentemente rápida de un mamífero a climas más fríos. Las adaptaciones específicas del oso polar, que incluyen su piel negra, su pelaje blanco y las plantas de los pies recubiertas de pelo, parecen ahora menos sorprendentes. El Dr. Hailer comentó: «De hecho, el genoma del oso polar contiene una gran cantidad de información genética distintiva, lo que tiene mucho sentido, dadas todas las adaptaciones exclusivas de los osos polares». Estudios anteriores de ADN mitocondrial habían indicado que los osos polares eran mucho más recientes como especie independiente. Esta aparente discrepancia se podría explicar con eventos de hibridación entre osos polares y osos pardos acaecidos en el pasado, un proceso observado recientemente en la zona ártica canadiense: tras la divergencia inicial en dos especies distintas, los osos polares y los osos pardos volvieron a entrar en contacto, tal vez debido a fluctuaciones climáticas que ocurrieron en el pasado. El ADN mitocondrial que poseen los osos polares actuales lo heredaron probablemente de una hembra de oso pardo que se hibridó con osos polares en algún momento del Pleistoceno tardío. Al parecer, la mayor parte del genoma nuclear no se vio afectado por dicha hibridación, así que los osos polares mantuvieron sus peculiaridades genéticas. «Cada parte del genoma cuenta su propia historia. En nuestro estudio hemos analizado el ADN nuclear que se hereda de ambos progenitores. Éste ofrece una imagen más detallada y precisa de la historia evolutiva de una especie que el ADN mitocondrial, que se hereda únicamente de la madre», comentó uno de los autores principales del estudio, Axel Janke, también del BiK-F. «Deducir la historia evolutiva de una especie basándose únicamente en el ADN mitocondrial es como resolver un rompecabezas contando tan sólo con unas pocas de las muchas piezas disponibles. Para obtener una imagen completa es necesario estudiar muchos marcadores genéticos (loci)», concluyó.Para más información, consulte: Instituto de Investigación y Museo de Historia Natural Senckenberg: http://www.senckenberg.de/root/index.php?page_id=5210&action=press

Países

Alemania, España, Suecia, Estados Unidos