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Se completa el genoma del bonobo, el último en secuenciarse de los grandes simios

Un equipo de científicos de distintos países ha logrado secuenciar el genoma del bonobo (Pan paniscus), uno de los parientes más cercanos del hombre junto al chimpancé (Pan troglodytes). Chimpancés y bonobos son similares en muchos aspectos, pero también presentan diferencias ...

Un equipo de científicos de distintos países ha logrado secuenciar el genoma del bonobo (Pan paniscus), uno de los parientes más cercanos del hombre junto al chimpancé (Pan troglodytes). Chimpancés y bonobos son similares en muchos aspectos, pero también presentan diferencias sorprendentes. Ahora, el equipo encargado de este estudio afirma que el 3 % del genoma humano presenta más similitud con el del bonobo o el del chimpancé que el de ambas especies entre sí. El estudio, publicado en Nature, reunió a investigadores de Austria, República Democrática del Congo, Dinamarca, Alemania, Italia, Japón, Kenia, España, Turquía, Uganda, Reino Unido y Estados Unidos. La secuenciación la llevaron a cabo científicos del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (Alemania) apoyados por el proyecto financiado con fondos europeos Twopan («Evolución genómica y fenotípica de bonobos, chimpancés y humanos»). Este proyecto, que comenzó en 2009 y estará en marcha hasta 2014, recibió 2 199 996 euros mediante una Subvención Avanzada (Advanced Grant) del Consejo Europeo de Investigación (CEI) perteneciente al tema «Ideas» del Séptimo Programa Marco (7PM) . Los resultados del estudio aportan datos sobre un ancestro común a las dos especies de simio y podrían contribuir al conocimiento de la base genética de los rasgos que comparten los humanos con cada especie de simio. La comunidad científica reconoce desde hace tiempo que para conocer la amplia variación que existe en la expresión génica de los humanos es esencial conocer también el grado de variación que se produce en las especies estrechamente emparentadas. Por lo tanto, antes de plantear ninguna hipótesis sobre la evolución de los humanos, es necesario acumular datos comparativos de bonobos y chimpancés. Los encargados de las labores de secuenciación del proyecto Twopan acaban de colocar la última pieza del rompecabezas con la secuencia del genoma del bonobo, el último gran simio que quedaba por secuenciar. Además del genoma del chimpancé ya se habían secuenciado los del resto de grandes simios, como el orangután y el gorila. Aunque el linaje que relaciona a los humanos con el bonobo y el chimpancé se separó hace entre cinco y siete millones de años, los de estos dos simios se separaron tan sólo hace cerca de un millón de años. A pesar de lo reciente de la diferenciación, lo cierto es que ambas especies presentan diferencias fenotípicas importantes, pues los bonobos presentan un comportamiento pacífico, juguetón y sexual que en ocasiones implica la adopción de parejas del mismo sexo, mientras que la naturaleza de los chimpancés es más agresiva. El chimpancé macho se sirve de la agresividad para competir por una posición de dominio y procurarse una pareja sexual y coopera con otros machos para defender su territorio y atacar a otros grupos. Por el contrario, los machos de bonobo están subordinados a las hembras y no compiten con intensidad por una posición de dominio. No forman alianzas entre ellos y no existen indicios de agresiones mortales entre grupos. A pesar de que en términos generales los genomas de los bonobos y los chimpancés son equidistantes al humano, el análisis de la secuencia genómica del bonobo mostró que en varias zonas del genoma los humanos son más parecidos a los bonobos que a los chimpancés, mientras que en otras regiones se da la circunstancia opuesta. Aún es necesario realizar más investigaciones antes de dar por buenas hipótesis sobre qué rasgos del comportamiento pueden atribuirse a cada ancestro. Los territorios del bonobo y el chimpancé en África central son colindantes y tan sólo los separa el Río Congo. Una teoría que explica esta enorme diferencia es que la formación del Río Congo hace entre 1,5 y 2,5 millones de años creó una barrera que impidió el flujo de genes entre ambas especies y provocó una evolución distinta de los fenotipos en un periodo relativamente corto de tiempo. Estudios sobre la relación entre bonobos y chimpancés muestran que es probable que se produjese una división clara entre ambos sin episodios de hibridación posteriores, datos que sustentan la teoría anterior. El genoma secuenciado pertenece a Ulinde, una hembra de bonobo del Zoo de Leipzig (Alemania).Para más información, consulte: Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva: http://www.eva.mpg.de/index.html(se abrirá en una nueva ventana)

Países

Austria, República Democrática del Congo, Alemania, Dinamarca, España, Italia, Japón, Kenia, Turquía, Uganda, Reino Unido, Estados Unidos

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