Un estudio alerta de que los mapaches propagan enfermedades peligrosas por Europa
El mapache es un animal peludo que muchos pueden considerar que se parece a un peluche -como los muchos que lo adquieren como mascota-, pero en realidad este pequeño carnívoro está lejos de ajustarse al perfil. Es voraz y díficil de controlar, capaz de adaptarse a hábitats nuevos, sobrevivir en ellos e incluso propagar enfermedades infecciosas nuevas en estos espacios. Según un estudio publicado por investigadores españoles en European Journal of Wildlife Research, su expansión por Europa y por España en particular conlleva también la de enfermedades infecciosas y parasitarias, como la rabia, poniendo en peligro la salud de las especies autóctonas y la de las personas. El éxito de expansión -la densidad de sus poblaciones puede sobrepasar los cien ejemplares por kilómetro cuadrado- de este pequeño carnívoro oportunista se debe a su gran capacidad de adaptación en diversos entornos, sus hábitos alimentarios omnívoros, un alto potencial reproductivo y la ausencia de predadores naturales. Procedente de Norteamérica, el mapache (Procyon lotor) es una especie invasora que se ha establecido por toda Europa debido a actividades como la caza y la peletería, y su adquisición como mascota. En España es ya habitual en estado salvaje en Madrid y Guadalajara, y de forma esporádica en otras regiones como la isla de Mallorca. Debido a su rápida distribución y a «la larga lista de enfermedades que provocar» es un riesgo a nivel sanitario, señaló Beatriz Beltrán Beck, autora principal del estudio e investigadora en el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC, centro mixto de la Universidad de Castilla-La Mancha, el CSIC y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha). Pero aún se desconoce el impacto que el establecimiento y la expansión de esta especie podría causar. Beltrán opina que el aumento de las poblaciones y la expansión a otros países y ambientes urbanos de este animal podrían incrementar la transmisión de peligrosos parásitos y enfermedades a los animales domésticos y a los humanos. La rabia y Baylisascaris procyonis, un parásito muy patógeno para el hombre recientemente detectado en Alemania, son algunas de las enfermedades especialmente importantes relacionadas con el mapache. El nemátodo Baylisascaris procyonis es responsable de la larva migrans visceral, enfermedad causada por la migración larvaria y persistencia de este parásito bajo la piel, en el cerebro y en otros órganos, y emergente y en expansión en Europa (antes solo existía en América). Aunque en Europa occidental la rabia se ha eliminado gracias a la vacunación oral de zorros (Vulpes vulpes), existe preocupación por la posibilidad de que el mapache complique la situación de algunas regiones del este de Europa donde sigue existiendo rabia. En los últimos años se han identificado hasta 142 casos de rabia en mapaches, sobre todo en Ucrania, Estonia, Alemania y Lituania. Por su procedencia exótica y su rápida expansión desde la década de los setenta, el mapache es considerado especie invasora en Europa. Sin embargo, en la mayoría de los países europeos no se controla el comercio de este animal, que es introducido para su venta sobre todo como mascota de compañía. «El caso de España es un buen ejemplo, ya que el origen más probable de su dispersión es que el animal se escapa del hogar donde es mascota o los propios dueños lo sueltan en el campo cuando, ya adulto, se vuelve agresivo», asegura Beltrán. Y esto se produce sobre todo porque, según la investigadora, «hay una ausencia total de conocimiento de la biología, ecología, distribución y densidad de población del mapache en Europa». Para Beltrán, «son necesarios más estudios epidemiológicos sobre su estado sanitario actual y la puesta en marcha de medidas que limiten los posibles impactos negativos del establecimiento de los mapaches invasivos».Para más información, consulte: European Journal of Wildlife Research: http://www.springer.com/life+sciences/animal+sciences/journal/10344
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España