Rastreando nórdico antiguo y latín en manuscritos medievales
El uso del latín en la época medieval en Islandia y Noruega se ha estado ignorando durante mucho tiempo, principalmente debido a los esfuerzos nacionalistas por presentar a ambos países como independientes de la tradición europea. Sin embargo, esta situación está empezando a cambiar poco a poco gracias a que los investigadores van descubriendo el papel importante que desempeñó el latín en una serie de contextos. Por ejemplo, el latín influyó en la producción y transmisión de textos, y en varios usos litúrgicos. Existen pruebas de la relación intertextual entre muchos de los textos en latín y en nórdico antiguo. El proyecto financiado con fondos europeos Invisibilia, que se emprendió con el apoyo del programa Marie Skłodowska-Curie, quiere contarnos más sobre lo bien que dominaban el latín como segunda lengua los islandeses y noruegos. «El latín es un elemento omnipresente en los manuscritos en nórdico antiguo», declara la señora Astrid Marner, investigadora principal del proyecto Invisibilia. «Los dos componentes lingüísticos son interdependientes y están estrechamente relacionados con el fin, uso e historia de un determinado manuscrito». Al localizar los componentes en latín de los manuscritos, Marner puede elaborar textos básicos, que posteriormente se catalogan, digitalizan y se facilitan a través del sitio web del proyecto. «El resultado de este esfuerzo será una mejor comprensión de la vida intelectual de los ciudadanos de la Edad Media», afirma Marner. Gran descubrimiento a partir de pequeños fragmentos Gracias a fragmentos de manuscritos, pergaminos, notas garabateadas en los márgenes y referencias de obras perdidas, el proyecto está mostrando quién sabía latín, cómo lo utilizaban y cómo interactuaba con su lengua materna. Más concretamente, Marner se basó en las colecciones de manuscritos Arnamagæan, que contenían casi un 90 % de todos los manuscritos en nórdico antiguo e islandés. Aunque muchos de los fragmentos que se encontraron eran demasiado breves o estaban dañados para poder ser identificados de forma fiable, Marner investigó 400 de los 629 manuscritos pertinentes que encontró en la colección. De estos, 125 (un 31 %) contenían texto en latín, dos tercios de los cuales no estaban catalogados como manuscritos con latín. A pesar de que estos textos eran de naturaleza mayoritariamente cristiana, se encontraron en manuscritos con material de todo tipo. Según Marner, el resultado más importante de este trabajo fue el descubrimiento de un alfabeto divino en un manuscrito denominado AM 624 4to. «Es el único caso conocido de este tipo de escritura en el norte en la Edad Media, lo cual sugiere una conexión con las tradiciones británicas», afirma Marner. «Este manuscrito, que fue escrito por un escribano que no sabía nada o muy poco latín, es un testigo importante de la latinidad en la Islandia tardomedieval». Más descubrimientos pendientes Aunque el proyecto ya ha concluido y dado que quedan más de trescientos manuscritos sin analizar, resulta evidente que todavía hay trabajo por hacer. «Además de proporcionar herramientas básicas y textos para los estudiosos del nórdico antiguo y el latín medieval, Invisibilia ha arrojado luz sobre el uso de la lengua franca en un entorno vernacular que antes se consideraba monolingüe», añade Marner. «Sin embargo, queda más trabajo pendiente y, sin duda, se harán más descubrimientos».
Palabras clave
Invisibilia, nórdico antiguo, latín, medieval, manuscritos, Islandia, Noruega, Edad Media, programa Marie Skłodowska-Curie, colección de manuscritos Arnamagnæan