Tendencias científicas: Lidiando con la psicología del temor al coronavirus Los expertos hablan sobre el modo de manejar el pánico de masas y la ansiedad. Investigación fundamental © andras_csontos, Shutterstock A medida que el brote de coronavirus se extiende a más países y crece el número de víctimas mortales, preocupa la incertidumbre sobre lo que se avecina. Las compras por pánico no son más que un mecanismo de afrontamiento, ya que los efectos psicológicos se empiezan a sentir tanto en el ámbito individual como en el social. El apasionado alegato del doctor Abdu Sharkawy, médico y experto en enfermedades infecciosas de la Universidad de Toronto (Canadá), redactó una publicación en Facebook en la que advertía de que las reacciones desmesuradas de la gente a la propagación del coronavirus podrían ser más perjudiciales que la enfermedad en sí. Al escribir este artículo, la publicación se había compartido más de 1,5 millones de veces. «No tengo miedo del Covid-19», afirma. «Lo que me asusta es la pérdida de la razón y la ola de miedo que empuja a las masas de la sociedad hacia la espiral del pánico y las lleva a almacenar cantidades indecentes de cualquier cosa que tendría cabida en el refugio antibombardeos de un mundo posapocalíptico». El doctor Sharkawy concluye con lo siguiente: «En realidad, es probable que el virus en sí no cause grandes daños cuando llegue, pero nuestra conducta y la actitud de "luchar por uno mismo por encima de todo lo demás" podrían resultar catastróficas. ...Hay que combatir el miedo con la razón, el pánico con la paciencia y la incertidumbre con la formación. Es una ocasión para aprender mucho sobre la higiene sanitaria y la forma de limitar la propagación de innumerables enfermedades transmisibles en nuestra sociedad. Afrontemos este reto juntos con el mejor espíritu de compasión por los demás, con paciencia y, sobre todo, esforzándonos sin descanso por acceder a la verdad, los hechos y el conocimiento en lugar de basarnos en las conjeturas, las especulaciones y el catastrofismo». Manejar el estrés ocasionado por el coronavirus Jo Daniels, profesora de Psicología en la Universidad de Bath (Reino Unido), entre cuyos intereses de investigación se encuentran la ansiedad y la psicofisiología en afecciones médicas complejas, ha escrito un artículo para «The Conversation» en el que da consejos prácticos para combatir el miedo y evitar que se convierta en un trastorno obsesivo-compulsivo o en pánico. «En los momentos de estrés y ansiedad, con frecuencia tendemos a usar estrategias que están diseñadas para ayudar, pero resultan contraproducentes. Por ejemplo, podemos buscar en Google los síntomas para intentar calmarnos, aunque es poco probable que nos haga sentir mejor. Cuando nuestras estrategias antiestrés surten el efecto contrario y aumentan la ansiedad, es hora de que demos un paso atrás y nos preguntemos si podemos hacer algo más útil». Daniels opina: «En el caso de COVID-19, las consultas también pueden incluir el seguimiento constante de las últimas noticias y de las redes sociales, lo cual aumenta significativamente la ansiedad y solo nos tranquiliza momentáneamente, si es que lo consigue. Así que, si sentimos ansiedad, tenemos que plantearnos desactivar las notificaciones automáticas y las novedades sobre el COVID-19. En su lugar, es mejor consultar con menor frecuencia las actualizaciones de fuentes de información sobre el COVID-19 fiables e imparciales. La información puede ser tranquilizante si está basada en hechos reales. A menudo es la intolerancia a la incertidumbre lo que perpetúa la ansiedad, en lugar del miedo a la propia enfermedad». Añade: «Tal vez lo más importante sea que no nos aislemos. Las relaciones personales son esenciales para mantener la perspectiva, animarnos y distraernos de los temas que nos preocupan. Incluso en caso de aislamiento forzoso, es importante combatir la soledad y seguir hablando». Daniels explica que «el distrés psicológico y el pánico generalizado no tienen por qué formar parte de esta experiencia. Proseguir con las actividades diarias habituales, poner la situación en perspectiva y reducir el estrés innecesario son pasos esenciales para la supervivencia psicológica. En otras palabras, siempre que sea posible, hay que mantener la calma y seguir adelante». Países Estados Unidos