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Epidermal sensors as personal chemical environmental monitoring tools

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Un nuevo sensor basado en el color para controlar la contaminación del aire en interiores

Los materiales de construcción de interiores, los muebles, así como la cocina, la calefacción y la limpieza pueden generar compuestos orgánicos volátiles (COV), productos químicos con posibles consecuencias nocivas para la salud. Mediante un sensor innovador, unos investigadores europeos proponen medir los COV en interiores.

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Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de cuatro millones de personas mueren cada año debido a afecciones atribuibles a la contaminación del aire en interiores. Dado que los europeos pasan la mayor parte de su tiempo en interiores, la medición de la contaminación del aire en interiores es clave a fin de comprender las repercusiones para la salud de los distintos productos químicos y de tomar las medidas adecuadas. Por lo tanto, se necesitan nuevas herramientas que midan la calidad del aire y contribuyan a estas políticas de salud pública.

Un innovador sensor para la calidad del aire en lugares cerrados

Realizado con el respaldo del programa de Acciones Marie Skłodowska-Curie (MSC), el proyecto E-SCENT diseñó sensores para proporcionar información significativa sobre la contaminación del aire en interiores y ayudar a evaluar la exposición humana. «Los sensores se diseñaron para dirigirse a grupos prioritarios de productos químicos que incluyen los compuestos de carbonilo, que resultan preocupantes en relación con la carcinogénesis», explica Emer Duffy, investigadora principal del proyecto. Los sensores están formados por tintes que se imprimen en una pequeña tarjeta de 4 cm2. La tarjeta se sitúa en un entorno cerrado de interés y los tintes cambian de color al interactuar con determinados grupos de productos químicos en el aire. Este cambio de color puede rastrearse tomando fotos del sensor mediante un escáner de escritorio o la cámara de un teléfono inteligente. Los colores pueden medirse mediante un «software» de análisis de imagen estándar: un mayor cambio de color está relacionado con unos niveles superiores de COV en el aire. Este método ofrece un procedimiento sencillo, rentable y fácil de visualizar para la detección de COV. Según Duffy: «Trasladar la investigación del laboratorio hasta hogares reales fue el logro más significativo del proyecto». Para validar su eficacia, colocó sensores en distintas habitaciones de una única casa y los observó atentamente a lo largo de una semana. Las distintas habitaciones podían distinguirse entre sí en función de las respuestas únicas que daban los sensores. Los resultados revelaron que actividades como cocinar, limpiar o encender velas aromáticas conducen a una mayor producción de COV. Se observaron unos niveles más elevados de compuestos de carbonilo en la cocina, donde las actividades culinarias son una fuente importante de estas emisiones, mientras que se observaron unos niveles más bajos en un despacho en el que la única actividad cuando estaba ocupado era el trabajo con el ordenador.

Repercusión en la salud y perspectivas de futuro

Los sensores de E-SCENT representan un avance en relación con las tecnologías de sensores de bajo coste existentes, que suelen proporcionar una medición limitada de los COV totales y nada de información sobre el tipo de producto químico. En general, la tecnología desarrollada en este proyecto ofrece el potencial de mejorar el control de la contaminación del aire en interiores al permitir el despliegue de alta densidad y bajo coste para la recopilación de datos representativos sobre la exposición en diversos entornos interiores. Los planes futuros se centrarán en recopilar más datos. Duffy destaca que «implicar a los ciudadanos en el proceso de recopilación de datos sirve para educar al público sobre la importancia de unos entornos cerrados saludables». También podría promover acciones que contribuyan a unos entornos cerrados saludables, como mejorar la ventilación y reducir o eliminar fuentes de productos químicos en el hogar. Además, el desarrollo de una aplicación móvil complementaria a la toma de imágenes de los sensores y el análisis podría permitir el mapeo de alta resolución de la contaminación en entornos cerrados. Esto orientaría las medidas de sanidad pública basadas en pruebas y promovería acciones tanto a nivel local como a nivel Europeo.

Palabras clave

E-SCENT, COV, sensor, contaminación del aire, entornos cerrados

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