Unos gusanos longevos guardan el secreto para un envejecimiento saludable en los seres humanos
El envejecimiento es uno de los principales problemas de salud pública en Europa: se prevé que uno de cada cinco ciudadanos tendrá más de sesenta y cinco años en 2030. Por lo tanto, también es probable que aumente la carga de enfermedades relacionadas con el envejecimiento. El proyecto MetAGEn, financiado con fondos europeos, se propuso arrojar luz sobre los procesos que subyacen al envejecimiento. «Si pudiéramos curar el cáncer, la esperanza de vida aumentaría solo en dos o tres años, ya que es una enfermedad relacionada con el envejecimiento, y las personas con cáncer padecen una serie de otras enfermedades crónicas», comenta Martin Denzel, coordinador del proyecto y director del Laboratorio Denzel en el Instituto Max Planck de Biología del Envejecimiento en Colonia (Alemania). «Necesitamos comprender el envejecimiento para poder dilucidar los factores de riesgo predominantes que se desencadenan con la edad».
Una mayor esperanza de vida
El grupo de Denzel estudia un aspecto concreto del envejecimiento: la pérdida de la homeostasis proteica. A medida que las personas envejecen, el proceso de sintetizar, modificar y degradar proteínas se torna defectuoso. Se cree que este proceso progresivo es la base de muchas enfermedades relacionadas con el envejecimiento. El grupo descubrió que la ruta de las hexosaminas parece desempeñar un papel fundamental en la regulación de la homeostasis proteica en la especie de nematodo «Caenorhabditis elegans». El equipo averiguó que cuando esta ruta está regulada al alza en estos pequeños gusanos, la homeostasis proteica mejora, lo que aumenta la esperanza de vida en los nematodos. Entonces, ¿por qué esta ruta no se regula al alza todo el tiempo? Denzel comenta: «Porque es muy costosa, ya que emplea todas las moléculas de intercambio de energía, a saber: fructosa, glutamina, trifosfato de uridina y acetil coenzima A; todas se emplean para sintetizar el producto final. Se puede activar esta ruta y mantenerla a pleno rendimiento todo el tiempo en gusanos con un suministro abundante de comida, pero esta no es una situación beneficiosa cuando existen compromisos en la naturaleza».
Aplicaciones clínicas
Los experimentos realizados para el proyecto MetAGEn permitieron descubrir la existencia de la ruta de las hexosaminas también en las neuronas de mamíferos, lo que sugiere que podría emplearse para tratar enfermedades relacionadas con el envejecimiento en los seres humanos. «La activación de la ruta de las hexosaminas propició una protección robusta, que suprimió la formación de agregados proteicos tóxicos relacionados con la neurodegeneración en las personas», explica Denzel. El grupo colabora actualmente con una empresa alemana para identificar fármacos de molécula pequeña que puedan activar esta ruta. El trabajo contó con el apoyo del Consejo Europeo de Investigación (CEI), lo que permitió al equipo adaptar sus métodos de cribado genético a células murinas. «Este es un ejemplo de lo que se puede hacer con una subvención del CEI, la libertad de intentar algo descabellado», apostilla Denzel. El grupo utilizó células embrionarias haploides recién descubiertas para identificar mutaciones puntuales relevantes para la farmacorresistencia en tumores malignos.
Trabajo futuro
Los investigadores están dando prioridad ahora a esta tecnología de cribaje de células embrionarias haploides para comprender mejor la ruta de las hexosaminas. Denzel concluye: «Tenemos datos realmente interesantes en esa área. Hay un nuevo factor que estamos tratando de entender». Este trabajo condujo a la creación de una empresa derivada para llevar a cabo esta investigación, www.acuslabs.com (Acus Laboratories GmbH), dirigida por uno de los estudiantes de posdoctorado del laboratorio de Denzel y respaldada por una subvención del CEI.
Palabras clave
MetAGEn, envejecimiento, proteína, homeostasis, nematodo, hexosamina, regulación al alza, «Caenorhabditis elegans», esperanza de vida
