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Indigenous Communities, Land Use and Tropical Deforestation

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Las voces autóctonas son esenciales para abordar la deforestación tropical

Dar voz a las comunidades autóctonas ha ayudado a investigadores financiados con fondos europeos a detallar el daño cultural, social y económico que se causa mediante la deforestación tropical, así como a impulsar el cambio.

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Actualmente, la demanda para crear espacios de cultivos y pastos intensivos es el principal factor que impulsa la deforestación. A escala regional, ese proceso puede perjudicar gravemente a los campesinos y las comunidades autóctonas. Esos grupos no suelen estar implicados en la toma de decisiones y pueden perderse los beneficios económicos. A escala mundial, la deforestación no verificada libera notables cantidades de carbono a la atmósfera. El sector del uso del suelo, la silvicultura y la agricultura representan cerca del 23 % de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático. Se trata de una cuestión que incumbe a todos. «Existe una serie de profundos factores institucionales, demográficos y socioeconómicos que impulsan la deforestación tropical», indica Graziano Ceddia, coordinador del proyecto INCLUDE y profesor adjunto de la Universidad de Berna (Suiza). «Mi objetivo en este proyecto era intentar ir más allá de únicamente dar explicaciones económicas sobre este fenómeno. Quería abordar las cuestiones de gobernanza, poder e injusticia, así como incluir la perspectiva de los grupos marginalizados como los pueblos indígenas».

Dar voz a las personas

Para lograrlo, Ceddia se centró en la deforestación y la expansión agrícola en la región argentina del Chaco salteño. «Se trata de una de las fronteras agrícolas más activas del mundo», explica. «Más allá de ser un foco de la deforestación, la región también se caracteriza por su extrema diversidad cultural y étnica, desde emprendedores de prácticas agrícolas intensivas y a gran escala hasta campesinos y pueblos indígenas. Todos esos agentes tienen puntos de vista contrapuestos». En el centro del proyecto INCLUDE se encuentra la visión de las personas locales que viven y trabajan en la región, así como la visión de economistas, politólogos, geógrafos y antropólogos. «Hemos detectado que los pueblos indígenas y los campesinos tienen una percepción totalmente diferente de la deforestación», afirma Ceddia. «En concreto, destacan los problemas mucho más eminentes del poder y la identidad». Ceddia y su equipo también descubrieron que las soluciones propuestas por esos grupos solían estar más en consonancia con las definiciones amplias de sostenibilidad, además de ser medioambientalmente más justas. Por ejemplo, las organizaciones de campesinos locales han ayudado a acelerar las transiciones hacia formas de producción que perjudican menos a los bosques restantes. Mientras tanto, los agricultores a gran escala y los agentes gubernamentales tienden a ver las cosas en términos más económicos. «Es decir, su visión es que, donde hay bosques, existe pobreza, por lo que nos tenemos que deshacer de los bosques», añade Ceddia. El proyecto también examinó otros aspectos de la deforestación. Por ejemplo, cómo las opiniones divergentes dentro de las estructuras institucionales —en este caso Argentina— pueden debilitar la aplicación de normas de protección. Fundamentalmente, se detectó que la demanda mundial de oportunidades de inversión era un factor esencial para impulsar la expansión agrícola en los trópicos.

Promover el cambio necesario

Se prevé que el proyecto INCLUDE termine a finales de 2021. «Como mínimo, esperamos que nuestro trabajo aumente la visibilidad entre científicos y responsables políticos a escala mundial sobre la repercusión que la deforestación tiene en grupos marginalizados», afirma Cedida. «La región argentina del Chaco solo empieza a aparecer en la agenda de la comunidad internacional, a diferencia de, por ejemplo, el Amazonas, a pesar del hecho que el Chaco es el segundo mayor bioma forestal en el continente americano». En un plano más práctico, Ceddia espera que los hallazgos sean útiles para las comunidades locales y ayuden a elaborar políticas e investigaciones más robustas en la región. «Nuestro objetivo era arrojar luz sobre los grupos marginalizados en la región, ya que todo esto es para empoderar a las personas y promover el cambio necesario», añade.

Palabras clave

INCLUDE, deforestación, tropical, cultivos, pueblos indígenas, Argentina, gobernanza

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