Enseñemos a las vacas a ir al lavabo para combatir el cambio climático
Existen aproximadamente mil quinientos millones de vacas en el planeta. Cada vaca orina hasta treinta litros al día. Eso es mucha orina en el suelo. La orina es un problema medioambiental porque tiene un alto contenido en nitrógeno, lo que contribuye tanto a la contaminación del agua como al cambio climático. Un equipo del Instituto de Investigación de Biología de Animales de Granja (FBN, por sus siglas en alemán) de Alemania propuso una solución que puede funcionar: enseñar a los terneros a ir al lavabo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Según un estudio publicado en la revista «Current Biology», un método denominado MooLoo ayudó a lograr exactamente eso.
La respuesta está en… el inodoro
Los investigadores partieron de la premisa de que las vacas no son tontas, como normalmente se cree. De hecho, es más bien al contrario. «Las vacas, como muchos otros animales, son muy inteligentes y pueden aprender mucho», afirmó el doctor Jan Langbein, coautor y zoopsicólogo en el FBN, a «The Guardian». «¿Por qué no deberían ser capaces de aprender a usar el lavabo?». Y añadió a la «CNN»: «Normalmente se supone que las vacas no son capaces de controlar la defecación ni la micción». En total, se enseñó a ir al lavabo a dieciséis terneros. El equipo de investigación concibió diversos experimentos para adiestrar a los terneros. Primero, se retuvo a todas las vacas en una letrina cerrada. Cada vez que las vacas orinaban, se las recompensaba con comida compuesta por una bebida dulce o cebada triturada. Tras unas pocas semanas, once de ellas habían aprendido a utilizar la zona destinada a los lavabos. ¿Las vacas demostrarán el mismo autocontrol que los seres humanos cuando se les enseña a ir al lavabo? «Cuando se les permitió salir al exterior, los terneros fueron al lavabo para obtener su recompensa, pero rápidamente se dieron cuenta de que solo la conseguirían si orinaban», explicó la autora principal Neele Dirksen del FBN. Los investigadores querían fomentar que los terneros utilizaran los lavabos e impedir que orinaran en otros lugares mediante castigos leves. «Primero utilizamos auriculares internos y reprodujimos un sonido muy desagradable cuando orinaban fuera», destacó el doctor Langbein. «Pensamos que eso sería un castigo para los animales, pero no les importó. En última instancia, un poco de agua funcionó bien como medida disuasoria suave».
¿Es tan fácil como enseñar a los niños a utilizar el inodoro?
Al utilizar su innovador enfoque formativo, los científicos afirman que podrían capturar aproximadamente el 80 % de toda la orina del ganado bovino, lo cual podría generar una reducción del 56 % en las emisiones de amoníaco provocadas por las vacas. El amoníaco es un gas contaminante que se produce cuando el nitrógeno de la orina se mezcla con las heces en el suelo del establo. Los hallazgos no solo mostraron que los terneros tuvieron un desempeño similar al de los niños cuando se les enseña a utilizar el inodoro, sino que también demostraron que tenían un desempeño mejor que muchos niños de corta edad. En el futuro, si las vacas necesitan hacer cola para ir al lavabo, ¿se las podría adiestrar para impedir que se pelearan por ver quién lo utiliza primero?
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