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Are social skills determined by early live experiences?

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Qué nos pueden enseñar los chimpancés sobre el vínculo social

En los seres humanos, el aislamiento social es tanto un síntoma como una causa de mala salud mental. En el proyecto ApeAttachment se investigó la importancia del vínculo entre madre y descendencia en los chimpancés a fin de comprender mejor el bienestar humano.

Investigación fundamental icon Investigación fundamental

El tipo de cuidado materno puede influir de forma significativa en el desarrollo de las habilidades sociales de los niños, incluidos el establecimiento y el mantenimiento de relaciones, incluso en la edad adulta. Los procesos físicos y sociales que subyacen a este hecho son poco conocidos, en parte porque la medición precisa del vínculo social requeriría observaciones conductuales continuas, lo cual constituye un problema ético y práctico. Sin embargo, los chimpancés ofrecen una solución a este reto. «Los chimpancés son nuestros parientes vivos más cercanos, cuyo cerebro, fisiología y estructura social son similares a los nuestros, por lo que son un buen modelo sustituto de los seres humanos», explica Catherine Crockford, directora de investigación del Instituto de Ciencias Cognitivas del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, en Lyon, entidad anfitriona del proyecto ApeAttachment, financiado por el Consejo Europeo de Investigación. «Demostramos que los seres humanos no son la única especie que necesita cuidados parentales durante años después del destete, al menos hasta que alcanzan la madurez sexual a los doce años», agrega Crockford.

Datos y hallazgos del trabajo de campo

Los estudios que analizan los cuidados maternos en niños suelen basarse en medidas indirectas para determinar qué podría influir en el desarrollo social de un niño como, por ejemplo, si una madre está divorciada, lo que da lugar a interpretaciones subjetivas. Las medidas que los etólogos —científicos que estudian el comportamiento animal— recopilan sobre los vínculos sociales son más útiles. En los chimpancés, por ejemplo, se sabe que un mayor índice de acicalamiento promueve y refleja vínculos sociales fuertes. Las díadas madre-cría que se acicalan más que otras tienen más probabilidades de compartir comida y apoyarse mutuamente en las peleas. Por lo tanto, el cuidado de las relaciones ofrece un apoyo social fiable, que promueve la salud y la longevidad. Los datos longitudinales y de cohortes que analizó el equipo de ApeAttachment incluían datos sobre la salud, el éxito reproductivo y la prevalencia de hormonas indicativas del comportamiento de apego, sobre todo cortisol y oxitocina. Este trabajo se complementó con dos años de observaciones de chimpancés realizadas en el Taï Chimpanzee Project, en Costa de Marfil, y el bosque de Budongo, en Uganda, en colaboración con la Universidad de Neuchâtel. Ambos equipos fueron entrenados para recopilar los mismos datos conductuales, hormonales y de GPS en cinco comunidades de chimpancés. «Los investigadores viajaban varios kilómetros antes del amanecer para encontrar a los chimpancés. Después, durante las siguientes doce horas, seguían a su chimpancé focal, ya fuera una cría o una madre, a través del bosque, recopilando datos», comenta Crockford. Se recogieron muestras de orina, ya que contienen información sobre la fisiología de los animales, incluidos los niveles hormonales. El equipo utilizó un método de «muestreo de eventos» de diseño propio para cuantificar la concentración de hormonas relacionada con interacciones sociales concretas como, por ejemplo, compartir alimentos. Se descubrió que los chimpancés que habían perdido a sus madres después del destete (mayores de cuatro años) tenían una tasa de crecimiento menor, y los machos tenían menos descendencia. Además, estas crías presentaban de primeras una mayor concentración de cortisol, la hormona del estrés, aunque tras un par de años la concentración de esta hormona alcanzaba de nuevo niveles normales. Aquellas crías cuyas madres murieron antes del destete rara vez sobrevivían. «Fue muy revelador recordar que no somos la única especie en la que las madres y los cuidados maternos desempeñan un papel fundamental hasta bien entrada la edad adulta», comenta Crockford.

Biomarcadores e implicaciones para la conservación

El equipo estudia ahora cómo el grado de cuidado materno afecta a la concentración de oxitocina y las habilidades sociales de la descendencia. La oxitocina es una hormona esencial a la hora de establecer un vínculo social entre la madre y su descendencia y es posible que una concentración elevada de esta hormona esté relacionada con un mayor comportamiento de crianza. Los resultados de ApeAttachment sugieren que los primates, y posiblemente otros mamíferos, necesitan comunidades intactas para sobrevivir. Si se captura o mata a las madres, sus crías tendrán menos descendencia propia, lo que supone una amenaza para la especie. «Estos animales extraordinarios y sus hábitats se enfrentan a presiones sin precedentes y pueden dejar de existir si los Gobiernos no toman medidas», concluye Crockford.

Palabras clave

ApeAttachment, chimpancé, aislamiento social, vínculo social, cuidado materno, acicalamiento, hormonas, cortisol, oxitocina, crianza, biomarcadores, conservación

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