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Europe’s Lost Frontiers: exploring climate change, settlement and colonisation of the submerged landscapes of the North Sea basin using ancient DNA, seismic mapping and complex systems modelling

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Explorar las fronteras perdidas de Europa

Vastas superficies de terreno que una vez albergaron a miles de personas llevan mucho tiempo ocultas bajo el mar. Sin embargo, ahora, las nuevas tecnologías proporcionan un vistazo de estos paisajes prehistóricos y de los europeos que una vez los llamaron hogar.

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Hace casi dieciocho mil años, terminó la Edad de Hielo y todo empezó a cambiar. «A medida que el clima se calentaba y el hielo se derretía, el nivel del mar llegó a subir hasta 120 m, con lo que vastas áreas de costa quedaron sumergidas y, básicamente, desaparecieron de los registros arqueológicos», afirma Vincent Gaffney, catedrático de Arqueología en la Universidad de Bradford. No solo se formaron nuevas costas, sino que el medio ambiente de Europa se transformó de una tundra a superficies forestales. A medida que cambiaba el paisaje, también lo hizo la economía del mundo, que pasó de sociedades cazadoras-recolectoras a sociedades agrícolas. Dado que las costas solían ser los paisajes más productivos para las comunidades de cazadores-recolectores, se ha asumido que estos paisajes sumergidos fueron una vez el hogar de asentamientos humanos tempranos. «Gran parte de la historia arqueológica de Europa se escribió sin saber nada de los asentamientos que ahora se encuentran ocultos bajo metros de agua y arena», señala Gaffney. «Explorar estos paisajes perdidos es uno de los últimos grandes retos de la arqueología y la geología». El proyecto Lost Frontiers, financiado con fondos europeos y dirigido por Gaffney, ha aceptado el reto. Con socios procedentes de todo el mundo, el proyecto comenzó usando datos recopilados para la industria del petróleo y el gas con el objetivo de cartografiar los casi 85 000 km2 de paisajes prehistóricos perdidos bajo el mar del Norte. No obstante, como explica Gaffney, este levantamiento cartográfico no logró brindar información sobre la vegetación y las personas, una información que es fundamental para comprender esta historia oculta. De este modo, el segundo paso del proyecto fue dar esta información sobre los paisajes a buques hidrográficos, que salieron al mar y recopilaron muestras de testigos de sedimentos de cauces de ríos prehistóricos situados bajo el lecho marino. «Nuestros expertos pueden reconstruir el entorno de esta región perdida usando polen, diatomeas y ADN extraídos directamente de esas muestras», aclara Gaffney. «Los testigos también proporcionan fechas precisas de las inundaciones y el equipo usa estos datos para crear modelos de la subida del nivel del mar y su impacto en el paisaje prehistórico».

Antes de que sea demasiado tarde

El proyecto respaldado por el Consejo Europeo de Investigación ya ha realizado varios descubrimientos importantes. Por ejemplo, aproximadamente en el 6 200 a. C., una inmensa superficie de terreno se separó de la costa de la actual Noruega, lo que provocó grandes tsunamis que, con probabilidad, devastaron las costas de Escocia y la península Escandinava. «Curiosamente, descubrimos que no fueron los tsunamis los que borraron del mapa a las comunidades de cazadores-recolectores en la zona sur del mar del Norte, sino el inexorable aumento del nivel del mar causado por el cambio climático», destaca Gaffney. El proyecto es uno de los primeros en encontrar pruebas de asentamientos humanos bajo el mar del Norte. Con la ayuda de colaboradores del Instituto Marino de Flandes y la Armada belga, que suministró un buque, el equipo recuperó el primer artefacto arqueológico (un fragmento de un percutor de pedernal) del mundo encontrado mediante prospecciones directas. «Esto nos da razones para creer que podemos localizar las áreas de los asentamientos prehistóricos», comenta Gaffney. Ahora, el reto es localizar dichos asentamientos antes de que sea demasiado tarde, pues está previsto que se desarrollen casi todos esos terrenos prehistóricos, principalmente como parques eólicos. «Es irónico que nuestra capacidad para explorar estos terrenos, que se perdieron debido al cambio climático, se vea amenazada por nuestros intentos por evitar el que corramos el mismo destino», concluye Gaffney.

Palabras clave

Lost Frontiers, paisajes prehistóricos, asentamiento prehistórico, Edad de Hielo, registro arqueológico, arqueología, cazador-recolector, geología, nivel del mar, cambio climático

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