Estudio del ganado de finales de la Edad de Bronce y la Antigüedad tardía
Dicen que hay que conocer el pasado para comprender el presente. Por lo tanto, para comprender el consumo de carne contemporáneo, un grupo de investigadores del proyecto ZooMWest(se abrirá en una nueva ventana), financiado con fondos europeos, se remontaron a finales de la Edad de Bronce y la Antigüedad tardía. «En la zona del Mediterráneo occidental, fueron épocas marcadas por grandes cambios sociales y económicos», declara Silvia Valenzuela-Lamas, científica titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España(se abrirá en una nueva ventana) e investigadora principal del proyecto ZooMWest, que también recibió fondos del Consejo Europeo de Investigación(se abrirá en una nueva ventana). El registro arqueológico muestra que, entre la Edad de Bronce y la época romana, muchas personas de Europa occidental abandonaron las cabañas y los pueblos pequeños para trasladarse a casas de piedra con tejados en asentamientos de mayor tamaño. También fue durante este espacio de tiempo que la sociedad pasó de una producción adaptada a la disponibilidad local de recursos a una producción centrada en una economía de mercado más integrada.
Limitaciones políticas y económicas
Sin embargo, este cambio no duró mucho. En la Antigüedad tardía, el nivel de integración económica disminuyó en Europa occidental. De forma paralela a estos cambios, los investigadores descubrieron que también cambiaron la ganadería y los hábitos de consumo de carne. Por ejemplo, entre finales de la Edad de Bronce y la época romana, aumentó el tamaño de los animales y se incrementó la comercialización de la producción de carne. Con todo, durante la Antigüedad tardía, ocurrió lo contrario: se redujo el tamaño de los animales y la producción pasó a ser más local y en consonancia con los recursos disponibles. Valenzuela-Lamas explica: «Ahora disponemos de pruebas sólidas de que la producción animal depende en gran medida del sistema político-económico, puesto que este define la forma en que se puede explotar el paisaje y lo especializada que puede llegar a ser la producción animal. Cuanto mayor y más interconectado esté el sistema, más especializada será la ganadería».
Integración de datos arqueológicos en la política ganadera
Esta perspectiva histórica podría desempeñar un papel importante en el desarrollo de políticas agrícolas sostenibles. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente(se abrirá en una nueva ventana), Europa tiene unas importaciones netas de soja y productos de soja para la producción de aceite y piensos para animales de alrededor de 27 millones de toneladas cada año. Esta cifra significa que Europa depende en gran medida de los territorios extranjeros para su propia producción ganadera(se abrirá en una nueva ventana). Según Valenzuela-Lamas, cambiar los hábitos de consumo de carne y apoyar a las explotaciones basadas en un uso sostenible de los recursos naturales locales y renovables podrían tener un efecto positivo en el cambio climático. Y saber por qué cambiaron estos hábitos en el pasado podría ser fundamental para ello. «Estoy decidida a sacar la arqueología del museo y convertirla en información útil, comprensible y práctica», afirma. Para hacerlo, el equipo del proyecto entabló relaciones con pastores y políticos locales. Compartieron sus hallazgos periódicamente y demostraron cómo la arqueología(se abrirá en una nueva ventana) nos puede ayudar a comprender mejor la industria de la producción animal de hoy en día.
Soluciones actuales
Además, el proyecto difundió sus resultados a través de vídeos informativos y notas de prensa, así como a través del sitio web. Los investigadores también realizaron sesiones en las que los pastores y otras partes interesadas podían ver y sentir cómo cambiaba el tamaño de los huesos animales según los recursos disponibles. «Los huesos enterrados bajo nuestros pies nos muestran cómo la ganadería se adaptó a los cambios políticos, económicos, ambientales y tecnológicos», concluye Valenzuela-Lamas. «Ahora debemos utilizar esta información para contribuir a las soluciones actuales».