Dar vida a los objetos impresos
El electrocromismo es el cambio de color reversible de un material en respuesta a un estímulo eléctrico. La mayoría de las personas se ha topado con la tecnología electrocrómica en el oscurecimiento automático del espejo retrovisor de los coches. En el ámbito de la electrocromía impresa, se da a los materiales una forma imprimible para que puedan aplicarse a sustratos flexibles. «En este contexto, el equipo del proyecto DecoChrom pretende llevar los productos gráficos impresos a la era de la interactividad. De este modo, se dota a las industrias creativas de las herramientas y los materiales avanzados innovadores que necesitan para diseñar y fabricar interfaces de usuario prácticas y estéticamente agradables para bienes de consumo y entornos inteligentes», destaca Jonna Häkkilä, coordinadora en la Universidad de Laponia (Finlandia). El equipo del proyecto trabajó para ampliar la producción de materiales compuestos avanzados a tres innovadores colores de tinta electrocrómica y desarrollar procesos de fabricación para diferentes materiales de sustrato —en concreto, láminas de plástico—, laminados de alta presión y plástico moldeado por inyección. El trabajo del proyecto abarcó amplias actividades de difusión, incluidos numerosos talleres prácticos para presentar la electrocromía a diseñadores, fabricantes e industria gráfica, así como el desarrollo de un juego de herramientas para apoyar el proceso de diseño. «Para explorar y demostrar el potencial de la tecnología, en el proyecto también se crearon prototipos funcionales para el usuario final en los ámbitos de la arquitectura, el diseño de interiores, el estilo de vida y el deporte», explica Ashley Colley, coordinadora del proyecto en la Universidad de Laponia.
La era de la interactividad: la electrocromía impresa
«El consorcio de DecoChrom desarrolló la electrocromía impresa como la solución gráfica interactiva de producción masiva, compatible con la industria gráfica y de muy bajo consumo para la inteligencia ambiental», confirma Häkkilä. Los logros del proyecto incluyen la síntesis de varios nuevos polímeros electrocrómicos de color rojo y negro y el desarrollo de métodos novedosos para su caracterización y ampliación. «Se desarrollaron y demostraron métodos novedosos para sobremoldear pantallas electrocrómicas y para incrustar pantallas en laminados de alta presión. Se optimizaron los procesos de impresión de los materiales electrocrómicos —incluida la impresión de tinta roja por flexografía, rotograbado y serigrafía de hoja a hoja— y de la impresión industrial de rollo a rollo de materiales funcionales en sustratos de papel», destaca Colley. Además, el equipo del proyecto diseñó y desarrolló más de cincuenta prototipos funcionales en los que se combinaban tecnología y diseño y que mostraban productos potenciales para el usuario final en los que se utilizaban los materiales electrocrómicos desarrollados. «Un elemento clave en la difusión del proyecto fueron los 25 talleres prácticos, en los que 340 participantes aprendieron a diseñar y fabricar pantallas electrocrómicas», informa Häkkilä.
Comercialización de las pantallas electrocrómicas
A partir de los resultados del proyecto, se ha demostrado el potencial de adopción de las pantallas electrocrómicas como parte de productos comerciales, más allá de las aplicaciones actuales de sombreado de ventanas y etiquetado. «Los prototipos desarrollados en el proyecto ponen de manifiesto las oportunidades para crear interfaces tranquilas y estéticas integradas en nuestros entornos. Por ejemplo, se integraron pantallas flexibles en el calzado y la ropa», explica Häkkilä. La tinta roja desarrollada —la primera tinta roja electrocrómica apta para serigrafía y rotograbado— amplía la paleta de colores disponible para responder a las exigencias de los diseñadores de productos. Además, se han demostrado nuevos enfoques para la integración de pantallas electrocrómicas en nuevos materiales y estructuras mediante la integración de pantallas en laminados de alta presión y en el moldeo por inyección, lo que permite aprovechar el potencial de la electrónica impresa. El proyecto generó seis entradas en el Radar de la Innovación de la Unión Europea. «A través de las nuevas capacidades desarrolladas y demostradas en el proyecto y de una mayor concienciación entre los diseñadores en lo que respecta a los nuevos materiales, el proyecto ha allanado el camino para el desarrollo comercial de productos que incluyan la tecnología de pantallas electrocrómicas», concluye Häkkilä.
Palabras clave
DecoChrom, pantallas electrocrómicas, electrocromía impresa, interfaces humanas, inteligencia ambiental
