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Breeding for Resilient, Efficient and Sustainable Organic Vegetable production

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Mejora genética de especies vegetales de cultivo resilientes al cambio climático para la agricultura ecológica

El objetivo del proyecto BRESOV, financiado con fondos europeos, era mejorar la productividad de los cultivos de hortalizas en la agricultura ecológica, a fin de abordar los retos nutricionales de una población mundial creciente en un contexto de condiciones climáticas cambiantes.

Alimentos y recursos naturales icon Alimentos y recursos naturales

Se calcula que la población mundial alcanzará los 9 800 millones de personas para 2050. Este crecimiento, junto con las condiciones climáticas cambiantes, supone un enorme riesgo inminente para la seguridad alimentaria en el siglo XXI. La agricultura ecológica debe aumentar y evolucionar para hacer frente a estos retos. Los agricultores necesitarán especies vegetales de cultivo que mantengan su valor nutritivo y sean capaces de lidiar con múltiples factores estresantes sin precedentes en los próximos decenios. Sin nuevas especies vegetales de cultivo resilientes al cambio climático, muchos pequeños agricultores de la Unión Europea (UE) quebrarán cuando sus plantas dejen de producir semillas. En el proyecto BRESOV (Breeding for Resilient, Efficient and Sustainable Organic Vegetable production), que finalizará en abril de 2023, se trabaja en pos de descubrir y mejorar los recursos genéticos de la agricultura ecológica para los agricultores de dentro y fuera de la UE. El equipo de BRESOV emplea programas de mejora genética para examinar la diversidad genética de tres especies vegetales de cultivo de gran importancia económica —el brócoli, la judía verde y el tomate— y así aumentar la competitividad de estos cultivos para su uso en la agricultura ecológica. «El objetivo principal del consorcio BRESOV es aumentar la tolerancia de las plantas a factores estresantes abióticos y bióticos y adaptar estas variedades a los requisitos concretos de los procesos de producción ecológicos y de bajos insumos», explica Ferdinando Branca, profesor asociado de Horticultura y Floricultura en la Universidad de Catania, en Italia, y coordinador del proyecto BRESOV.

Encontrar los recursos genéticos adecuados

Antes de llevar a cabo la mejor genética de especies vegetales de cultivo resilientes al cambio climático, el equipo de BRESOV tuvo que encontrar los genes adecuados. El consorcio reunió una serie de colecciones de plantas de cultivo, incluidos muchos morfotipos diferentes para cada especie. A continuación, los investigadores leyeron y recopilaron los datos genéticos de cada una de estas especies vegetales de cultivo para encontrar aquellas partes del código genético relacionadas con rasgos específicos, como, por ejemplo, un buen sabor, un alto valor nutritivo, y resistencia no solo a patógenos y plagas, sino también a una variedad de factores estresantes abióticos como las olas de calor y la sequía. Con esta información, el equipo de BRESOV pudo empezar a mejorar genéticamente cultivares ecológicos para probar sus características en condiciones reales.

Mejora genética para lograr la resiliencia al cambio climático

Los miembros del consorcio BRESOV llevaron a cabo una serie de ensayos para cultivar miles de plantas, incluidas variedades locales (cultivos domesticados), líneas puras, cultivares comerciales y sus parientes silvestres. Otras plantas se seleccionaron e introdujeron por sus rasgos cualitativos (por ejemplo, color, tamaño y estructura) o por su valor nutritivo (cantidad de antioxidantes, polifenoles y glucosinolatos). Los resultados principales del proyecto incluyen el desarrollo de nuevos cultivares y cultivos resilientes, con mejores cualidades organolépticas y nutricionales, comenta Branca. El trabajo de BRESOV también se incorporará a las prácticas agronómicas ecológicas en pos de aumentar la producción de semillas ecológicas de gran calidad. Además, el equipo desarrolló herramientas avanzadas para controlar la calidad sanitaria de lotes de semillas ecológicas de brócoli, judías verdes y tomate. «Nuestra selección mostró rasgos sensoriales, nutritivos y nutracéuticos valiosos para las tres especies vegetales de cultivo consideradas, y ayudará a garantizar la seguridad alimentaria dentro y fuera de Europa», afirma Branca.

Ayudar a garantizar el futuro de la alimentación

El consorcio BRESOV está formado por veintidós socios de nueve Estados miembros de la UE, además de miembros de China, Corea del Sur, Suiza y Túnez. Los resultados de las actividades de BRESOV, así como los genotipos de cultivos de élite, se difundirán hasta el final del proyecto y durante la conferencia final del mismo, prevista para finales de marzo de 2023. «Esperamos que los resultados de nuestro proyecto contribuyan de forma notable al desarrollo de sistemas de producción ecológica resilientes al cambio climático y adaptados al lugar ante los inminentes supuestos de cambio climático», concluye Branca.

Palabras clave

BRESOV, agricultura, ecológica, cambio, climático, agricultores, especies vegetales de cultivo, resilientes, tomate, mejora genética

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