Tratamiento de los efectos a largo plazo del síndrome agudo por radiación
El síndrome agudo por radiación (ARS, por sus siglas en inglés) se produce al exponerse a una dosis elevada de radiación penetrante, la mayoría de las veces en un periodo de tiempo muy corto. Según la Agencia Europea de Medicamentos, dicha exposición suele estar asociada, por ejemplo, a un accidente en una central nuclear o al uso de materiales radiactivos con fines médicos (por ejemplo, para tratar el cáncer). Los efectos secundarios del ARS, también conocido como enfermedad por radiación, pueden incluir desde pérdida de apetito, fatiga, fiebre, náuseas, vómitos y diarrea hasta afecciones tan graves como convulsiones, un coma e incluso cáncer. Por desgracia, las opciones de tratamiento son limitadas y suelen centrarse en los síntomas más leves y a corto plazo. Entre ellas se incluyen la prevención de infecciones, el tratamiento de heridas y quemaduras, y el mantenimiento de la hidratación. Por el momento la medicina no ha logrado tratar los efectos más graves y duraderos del ARS. Sin embargo, esto podría estar a punto de cambiar, en parte gracias al trabajo de iniciativas como el proyecto NanoMed, financiado con fondos europeos. «Un número sorprendentemente elevado de personas vive en zonas con niveles elevados de radiactividad que pueden tener consecuencias inciertas, a menudo duraderas, para su salud y la de las generaciones futuras», explica Joaquín Silvestre Albero, catedrático de Química Inorgánica de la Universidad de Alicante. «En nuestro proyecto nos propusimos desarrollar métodos eficaces y rentables para proteger no solo a estos grupos de población, sino también a los primeros intervinientes y a los pacientes de cáncer, que también corren un riesgo elevado de contraer ARS».
Mitigación de los efectos secundarios del ARS
Para alcanzar ese objetivo, el proyecto se centró en diseñar materiales inorgánicos capaces de mitigar los efectos secundarios de la irradiación dentro del cuerpo humano. «Nuestra investigación se centró en los enterosorbentes, que ya se utilizan en medicina para prevenir reacciones tóxicas y alérgicas», explica Silvestre Albero. «Queríamos trasladar este mismo concepto a la absorción de la irradiación del cuerpo». El equipo del proyecto, que se llevó a cabo con el apoyo de las Acciones Marie Skłodowska-Curie, estudió concretamente la aplicación al cuerpo de materiales de carbón activado, ceolitas y pectinas como enterosorbentes. «Esperábamos que estos materiales pudiesen eliminar los radioisótopos, toxinas y especies radicales presentes en el organismo tras la exposición a la radiación y que, de este modo, contribuyesen a mitigar los efectos secundarios del síndrome agudo por radiación», señala Silvestre Albero.
Complicaciones externas inesperadas
Aunque cabía esperar que fuera necesario afrontar las complejidades de la ciencia, el proyecto no contó con las complejidades externas que repercutirían en su trabajo. Primero fue la pandemia de COVID-19, con los consiguientes confinamientos y restricciones a los desplazamientos, que obligó a paralizar el proyecto durante varios meses. «El consorcio del proyecto también incluye a varios socios ucranianos, una asociación beneficiosa que, debido a la guerra de Rusia contra ese país, cada vez resulta más complicada», añade Silvestre Albero.
Un prototipo final de material
A pesar de estas dificultades, Silvestre-Albero afirma que el consorcio y especialmente sus socios ucranianos, han realizado un esfuerzo asombroso que ha dado como resultado un prototipo final de material. «Estos compuestos son extremadamente versátiles y presentan una excelente capacidad de eliminar tanto toxinas como radioisótopos del organismo tras la exposición a la radiación», concluye. «En consecuencia, nuestro trabajo ha abierto la puerta a una mitigación completa de los efectos secundarios de la enfermedad por radiación». En la actualidad, el consorcio está tramitando la solicitud de financiación para utilizar soluciones similares a las desarrolladas durante el proyecto NanoMed como medio para purificar el agua potable.
Palabras clave
NanoMed, enfermedad por radiación, síndrome agudo por radiación, radiación, radiactivo, medicina, enterosorbentes