Cómo la interacción humana hace evolucionar el acento hablado
Si un grupo de personas se quedara varado en una isla desierta durante varios años, daría lugar a su propio «acento isleño». Conocemos este fenómeno, pero en la actualidad carecemos de los datos necesarios para comprenderlo plenamente. En el proyecto InterAccent, financiado por el Consejo Europeo de Investigación, los investigadores estudiaron cómo las interacciones aleatorias y locales entre personas que dan lugar a acentos hablados específicos de un grupo pueden desplazar los patrones sonoros de las lenguas entre estados estables y cambiantes. El equipo trató de colmar la laguna de datos, recurriendo a grabaciones del lenguaje hablado de niños en entornos rurales y urbanos, de lenguas que difieren notablemente en su estructura sonora y de grupos aislados de adultos que se mantienen juntos durante varios meses durante un invierno antártico. «El tipo óptimo de datos que hemos registrado para InterAccent es longitudinal, es decir, grabaciones del habla de los mismos individuos en múltiples momentos», afirma Jonathan Harrington, catedrático de Fonética y Procesamiento Digital del Habla en la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich y coordinador del proyecto InterAccent.
Obtención de la palabra hablada y construcción de un modelo informático
El proyecto incluyó regrabaciones de «invernantes»: científicos y personal de apoyo del British Antarctic Survey que pasaron varios meses apartados de su entorno familiar en la Antártida. «El estudio de la Antártida fue el primero en confirmar que un grupo de hablantes, incluso durante un período de tres meses, empieza a mostrar un acento común compartido», señala Harrington. El equipo también grabó palabras aisladas de niños de primaria en Albania y en el sur de Alemania a intervalos anuales durante un período de cuatro años. También grabaron el movimiento de la lengua mediante ultrasonidos. A partir de estos datos, los investigadores construyeron un modelo informático que examina los sonidos grabados, los reproduce y los analiza para luego determinar cómo cambian los acentos con el tiempo. El modelo utiliza parejas de «agentes» informáticos basados en hablantes reales que se comunican entre sí. A continuación, el modelo establece un vínculo entre la imitación —algo que se considera clave en la formación de los acentos— y el cambio del sonido. «Varios experimentos realizados en los últimos veinte años han demostrado que nos imitamos unos a otros sutilmente en la conversación, incluso sin darnos cuenta La cuestión es que esta imitación subliminal es la base del cambio del sonido o de la formación de nuevos acentos», explica Harrington.
Estudio de los órganos vocales en movimiento
En colaboración con el Instituto Max Planck de Gotinga, el equipo del proyecto InterAccent también utilizó imágenes por resonancia magnética (IRM) en tiempo real para investigar el modo en que dos acentos en contacto durante un período prolongado se atraen mutuamente en determinadas direcciones. El equipo analizó la nasalización de las vocales en el inglés estadounidense y en el inglés británico meridional estándar y demostró por primera vez que los estadounidenses nasalizan sus vocales más que los británicos. «Demostramos que el inglés estadounidense se ha acercado más a una lengua como el francés, en la que la vocal es totalmente nasal y la consonante nasal siguiente se ha perdido por completo», añade Harrington.
Impacto científico
El marco informático podría utilizarse para comprender mejor cómo la migración y la exposición a otros acentos están cambiando el sonido de nuestras lenguas. También podría utilizarse en diversos campos científicos para comprender la forma en que las interacciones acontecidas en un pasado remoto, como la interacción con el clima, afectaron al lenguaje hablado. «El uso más importante será la predicción de los cambios en los sonidos del habla que se producen cuando dos dialectos entran en contacto o cuando un hablante emigra a una nueva zona dialectal», afirma Harrington.
Palabras clave
InterAccent, acento, lengua, hablado, palabra, científico, informático, modelo, vocal, órganos