Avances en la rehabilitación de la esclerosis múltiple
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmunitaria crónica asociada a un deterioro neurológico progresivo. El sistema inmunitario destruye la vaina de mielina que rodea las neuronas, lo que provoca una reducción de la transmisión de señales neuronales y la degeneración. A su vez, esto causa limitaciones de las funciones motoras, sensoriales y cognitivas.
Interfaz cuerpo-máquina para la esclerosis múltiple
La rehabilitación desempeña un papel fundamental en el mantenimiento y la maximización de las funciones motoras de las personas con esclerosis múltiple. Los métodos de neurorrehabilitación asistida por tecnología han demostrado su eficacia para superar las limitaciones de los tratamientos tradicionales. Gracias al apoyo de las acciones Marie Skłodowska-Curie (MSCA, por sus siglas en inglés), el equipo del proyecto REMAp desarrolló una interfaz cuerpo-máquina (BoMI, por sus siglas en inglés) para aprovechar las capacidades motoras residuales de las personas con EM y convertirlas en comandos para dispositivos externos. Esto facilita la movilidad de las personas discapacitadas de forma análoga a las personas con extremidades naturales. «Incluso en enfermedades neurológicas progresivas como la EM, las capacidades motoras no se pierden por completo, y las BoMI permiten a los usuarios interactuar con el entorno y controlar dispositivos externos con gran eficacia», explica Camilla Pierella, beneficiaria de una beca de investigación MSCA. La investigación realizada en REMAp consistió inicialmente en el entrenamiento rehabilitador de personas con EM utilizando la BoMI. Los resultados mostraron que era una herramienta eficaz para ejercitar la coordinación de las extremidades superiores. El entrenamiento fue bien tolerado por las personas con EM, que también mejoraron en las escalas de valoración clínica.
Propiocepción en la esclerosis múltiple
El cuerpo tiene una capacidad inherente para sentir y percibir su propia posición, movimiento y orientación en el espacio sin depender de las señales visuales. Esto se conoce como propiocepción y se basa en receptores sensoriales situados en los músculos, tendones, articulaciones y el oído interno, que envían señales al encéfalo. Este sentido es crucial para mantener el equilibrio, coordinar los movimientos y ejecutar tareas motoras precisas. En la EM, se han pasado por alto en gran medida las interacciones de los sistemas sensoriales y motores. «A efectos de rehabilitación, es igualmente importante cuantificar tanto las limitaciones motoras como las del sentido de la posición y comprender los mecanismos subyacentes de cómo las áreas corticales procesan la retroalimentación propioceptiva», destaca Pierella. Los investigadores utilizaron un entorno de realidad virtual inmersiva para estimar la limitación propioceptiva en pacientes con EM. Tras el entrenamiento con la BoMI, esta limitación disminuyó, lo cual sugiere que la naturaleza compleja de las señales corporales utilizadas por la BoMI y la forma en que se combinaron para llevar a cabo la tarea de rehabilitación permitieron que los usuarios fueran más conscientes de sus movimientos corporales.
Reorganización encefálica tras el entrenamiento con la BoMI
En cuanto a la reorganización del sistema nervioso central y periférico tras una intervención de rehabilitación basada en la interfaz BoMI, se sometió a los pacientes a un protocolo específico de imagenología encefálica. Se hallaron correlaciones entre las mejoras motoras y el aumento de la conectividad de los circuitos neuronales implicados en la integración sensorial, la modulación motora y la mejora de la ejecución. La identificación y caracterización de los biomarcadores de las alteraciones motoras a distintos niveles del sistema nervioso contribuirá significativamente al seguimiento de la EM en el futuro. En conjunto, en REMAp se ha avanzado satisfactoriamente en la rehabilitación de vanguardia de la EM mediante una BoMI personalizada diseñada para optimizar la restauración de los movimientos funcionales de las personas afectadas. La BoMI favorece la reorganización de las capacidades corporales y mejora la coordinación multiarticular con cambios concomitantes en las vías motoras del encéfalo. Y lo que es más importante, emplea una tecnología asequible, por lo que estará al alcance de muchas personas con EM.
Palabras clave
REMAp, BoMI, esclerosis múltiple, rehabilitación, interfaz cuerpo-máquina, propiocepción, capacidades motoras, coordinación de las extremidades superiores
