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Advancing Alternative Migration Governance

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Garantizar la puesta en marcha de las políticas migratorias basadas en principios

El análisis de la brecha entre los principios de gobernanza en materia de migración y la práctica llevada a cabo por el proyecto ADMIGOV, financiado con fondos europeos, podría dar lugar a políticas más ilustradas y efectivas para el beneficio de todos.

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Desde la crisis de refugiados de 2015, la situación en el mar Mediterráneo no solo ha sido desastrosa para miles de personas que huían de la guerra, sino que, según muchos expertos en migración, también ha tenido un impacto profundo y negativo en la calidad de la formulación de políticas europeas. Anja van Heelsum, de la Universidad de Ámsterdam, en los Países Bajos, y coordinadora del proyecto ADMIGOV (Advancing Alternative Migration Governance) explica:«Creemos que esas normas se estaban desvaneciendo en Europa, como consecuencia de un debate que se centraba solo en detener la migración a cualquier coste, al tiempo que el mantenimiento de las normas de los derechos humanos parecía olvidado. Descubrimos que esto era muy problemático. Al mismo tiempo, las normas de las Naciones Unidas (ONU) ofrecen un marco político adecuado para evitar dicho deterioro».

Aspectos problemáticos de la gobernanza en materia de migración

Los principales objetivos del proyecto ADMIGOV, financiado con fondos europeos eran, en primer lugar, comprender los aspectos problemáticos de la gobernanza en materia de migración sobre el terreno y, en segundo lugar, desarrollar una herramienta integral para evaluar la «buena» gobernanza en materia de migración, lo que significa que es conforme con las normas actuales de la ONU. Los puntos de partida para estos objetivos fueron dos documentos clave de la ONU: el Objetivo de Desarrollo Sostenible 10.7 y la Declaración de Nueva York para los Refugiados y Migrantes. Después, el equipo del proyecto examinó los momentos y lugares clave en los que interviene la gobernanza en materia de migración, tales como los puntos de entrada y de salida, con especial atención en las situaciones problemáticas. Van Heelsum afirma: «Trabajamos en nueve países dentro de Europa y en seis de fuera de Europa. Por ejemplo, investigamos la recepción de refugiados en Grecia, Líbano y Turquía». Las entrevistas con los migrantes, los trabajadores de las ONG y los funcionarios del Gobierno nacional dejaron claro que las condiciones de vida de los refugiados en Turquía y el Líbano eran un factor clave del movimiento hacia Grecia. Los afganos en Turquía también tenían muy pocas opciones de conseguir la condición de refugiado y corrían un riesgo elevado de ser deportados.

Combinación de los estudios de caso con los principios de la ONU

El siguiente paso fue la combinación de los hallazgos de estos casos de estudio de migración con la información de los dos principios clave de la ONU identificados. Esto dio lugar a una serie de preguntas que el equipo utilizó como herramienta para evaluar la buena gobernanza en materia de migración. Van Heelsum explica: «Los expertos nacionales rellenan estas preguntas para un país determinado,lo que genera una puntuación general, pero también proporciona puntuaciones por ámbito o principio. El objetivo es capacitar a los Gobiernos para que identifiquen aspectos específicos de las políticas migratorias en los que son necesarios mejoras». Una de las principales conclusiones de todo este trabajo fue que existen importantes brechas políticas a la hora de abordar las necesidades de los refugiados y migrantes. Van Heelsum añade: «Las encontramos en todos los ámbitos estudiados. Las relaciones entre los principios de la ONU y las prácticas reales sobre el terreno fueron casi siempre problemáticas». Las diferencias en la aplicación de los principios de protección con respecto a los migrantes que se desplazan hacia Europa, así como en la recepción de refugiados en Grecia, Líbano y Turquía, fueron especialmente graves. El equipo del proyecto también descubrió que no se ha invertido lo suficiente en el tipo de desarrollo sostenible que ayudaría a disminuir el fenómeno de la migración irregular. En cambio, la atención actual en la deportación da lugar a un uso ineficiente de los recursos.

Herramientas para mejorar la política migratoria

Van Heelsum y su equipo de cincuenta y cuatro investigadores han publicado hasta el momento una serie de resúmenes de políticas y recomendaciones sobre la situación de los refugiados en el Líbano y Turquía, y todos los aspectos de la inmigración estudiados en el proyecto. El equipo también desarrolló una herramienta que los Gobiernos nacionales pueden utilizar para examinar y mejorar las políticas migratorias. Van Heelsum subraya: «Esperamos que los responsables políticos lean nuestros hallazgos y que se den cuenta que la aplicación de las normas de la ONU ayudará a Europa a conservar un nivel aceptable de derechos humanos a nivel interno. En segundo lugar, los responsables políticos deberían percatarse de que la migración hacia Europa no se detendrá, a menos que mejore la situación de los migrantes fuera de Europa». A nivel de la ONU, van Heelsum y su equipo esperan que los indicadores del proyecto se utilicen para evaluar el Pacto Mundial sobre Migración y que más países sigan utilizando la herramienta para evaluar la gobernanza en materia de migración. Van Heelsum concluye: «Facilitar una migración ordenada, segura y responsable es importante para la sociedad, porque se relaciona con una mejor aplicación de los derechos humanos básicos de las personas en todo el mundo».

Palabras clave

ADMIGOV, migración, refugiado, migrantes, gobernanza, afganos, Líbano, Turquía, ONU

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