Del papel al biocombustible
La industria de la pasta y el papel desempeña un papel importante en la economía europea. No solo es responsable de casi un 25 % de la producción mundial, sino que da empleo directo a casi 180 000 personas y aporta 21 000 millones de euros al producto interior bruto de la Unión Europea (UE). Pero las fábricas de pasta y papel son algo más que un motor económico, ya que producen una materia prima que sirve de alternativa sostenible a los plásticos. Sin embargo, para ser realmente sostenible, esta industria debe depurar su proceso de producción, que es exactamente lo que el proyecto Pulp and Fuel, financiado con fondos europeos, pretende ayudarle a hacer. «El proceso de fabricación de papel implica el uso de productos químicos y produce un flujo de residuos que incluye corteza y licor negro, una solución acuosa de residuos de lignina, hemicelulosa y productos químicos inorgánicos», explica Geert Haarlemmer, investigador de la Comisaría de Energía Atómica y Energías Alternativas y coordinador del proyecto Pulp and Fuel. Normalmente, estos residuos se queman, lo que produce CO2, un gas responsables del cambio climático. Aunque una parte del CO2 puede capturarse y reutilizarse para producir calor, la mayor parte acaba en la atmósfera. «Lo que proponemos con nuestro proyecto es sustituir el proceso de combustión por otro de gasificación que pueda transformar estos residuos en biocombustible», añade Haarlemmer.
Lograr el equilibrio adecuado
Durante el proyecto, los investigadores desarrollaron un caso básico de ingeniería para producir un gas de síntesis que pueda convertirse en biocombustible. No obstante, llegar a ese punto resultó más difícil de lo esperado. «La gasificación en agua supercrítica del licor negro resultó ser todo un reto», afirma Haarlemmer. «La tecnología es nueva y las intensas condiciones imponen duras restricciones a los materiales». Uno de los principales retos del equipo del proyecto consistió en encontrar el equilibrio adecuado entre la gasificación en agua supercrítica y la gasificación en seco de la corteza, un proceso en el que se utilizan tecnologías consolidadas como los gasificadores de flujo arrastrado y de lecho fijo. «Encontrar este equilibrio es importante, ya que cada tecnología de gasificación produce una composición de gas específica», señala Haarlemmer. A efectos de demostración, Haarlemmer afirma que es necesario lograr cierto grado de desplazamiento del gas de agua para obtener la composición de gas requerida. «El objetivo es seguir desarrollando la tecnología de gasificación en agua supercrítica para que este cambio ya no sea necesario», explica el investigador.
Contribución a la capacidad de producción de biocombustibles de la UE
Además de establecer el caso básico de ingeniería para construir una planta de demostración, los investigadores realizaron una evaluación económica, medioambiental y social completa de la tecnología propuesta. «Nuestro trabajo demuestra que debería ser posible que una fábrica de pasta produjera biocombustibles de forma económicamente viable», observa Haarlemmer. El sistema aumentaría la capacidad de producción de biocombustibles de la UE y contribuiría a reducir la dependencia europea de los combustibles fósiles, un componente clave de la iniciativa REPowerEU. «Con la solución de Pulp and Fuel, esta industria clave no solo será un actor económico importante, sino que se convertirá en un actor fundamental en la cadena de valor de la producción de biocombustibles», concluye Haarlemmer.
Palabras clave
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