Apollo está aquí para hacer el trabajo que usted no quiere hacer
El 23 de agosto, la empresa emergente estadounidense de robótica Apptronik presentó el robot Apollo. Con una altura de 1,70 m y un peso de 73 kg, está considerado «el primer robot humanoide comercial, diseñado para brindar una interacción amistosa, posibilidad de fabricación en serie, seguridad y capacidad para llevar grandes cargas».
Un paso de gigante para la robótica industrial
La empresa se deshizo en elogios hacia su innovación en su blog: «Construir Apollo ha sido todo un acto de amor. Es nuestra forma de mostrar nuestro agradecimiento al resto de la humanidad. Esta es nuestra ofrenda, por grande o pequeña que sea. Esperamos poder inspirar a las generaciones futuras para demostrar lo que somos capaces de hacer como seres humanos. Del mismo modo, nos inspiramos en quienes nos precedieron. Hemos volcado nuestra naturaleza humana en esta máquina. Creemos que tiene el potencial de mejorar drásticamente la forma en que vivimos en la Tierra… y llevarnos más allá de sus confines». Tal y como declaró a la CNN el cofundador y director general de Apptronik Jeff Cardenas: «Nuestro objetivo es construir robots versátiles que ejecuten todas las tareas que no queremos hacer para ayudarnos aquí en la Tierra y, con el tiempo, algún día explorar la Luna, Marte y más allá. El laboratorio se centró en cómo interactuarían los humanos y los robots en el futuro. Como seres humanos, nuestro recurso más valioso es el tiempo, y nuestro tiempo aquí es limitado. Y como fabricantes de herramientas, ahora podemos construir máquinas que nos devuelven tiempo». Hay millones de robots especializados que solo se encargan de un par de cosas. Cárdenas bautizó a Apollo como el «iPhone de los robots». A lo que añadió: «El objetivo es construir un único robot que pueda hacer miles de cosas diferentes. Una actualización de “software” es lo que nos puede permitir realizar una nueva tarea o implementar un nuevo comportamiento». Nick Paine, cofundador y director tecnológico de Apptronik, explica lo siguiente: «Los humanos tenemos unos trescientos músculos en el cuerpo. Como ingenieros, nuestro objetivo es simplificar la complejidad, por eso el robot Apollo tiene unos treinta grupos musculares diferentes dentro de su sistema que necesita para realizar acciones y actividades básicas». Apptronik se ha asociado con la NASA. «Mi esperanza y mi sueño es que en los próximos diez años tengamos robots de uso general en el espacio y que podamos hacer realidad algunas de las ventajas de contar con sistemas robóticos que permitan a la tripulación centrarse mucho más en las cosas que mejor saben hacer los humanos: explorar y lograr descubrimientos científicos», comentó Shaun Azimi, jefe del equipo de destreza robótica del Centro Espacial Johnson de la NASA.
Un compañero de trabajo robótico en el taller
Pero paso a paso. Por el momento, Apollo puede levantar una carga de 25 kg, y se utilizará en las industrias manufacturera y de logística. Hará felices a los directivos de fábricas, almacenes y grandes superficies al realizar tareas manuales repetitivas, como agacharse, recoger objetos y moverlos. Una serie de vídeos muestran al robot realizando diferentes tareas. Apollo utiliza electricidad, en lugar de un sistema hidráulico que no se considera tan seguro. Dispone de una batería con una autonomía de hasta cuatro horas. Hay dos disponibles y cuatro más en camino. Aún no se ha fijado el precio, pero se espera un desembolso similar al de un coche medio. Está previsto que su comercialización comience a finales de 2024.
Palabras clave
Apollo, robot, humanoide, mano de obra, robótica, Apptronik