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¿Podríamos criar animales a los que no les importara ser comidos?

El argumento moral a favor del consumo de carne es complejo y existe una presión constante en favor de normas éticas más estrictas. Nuestro experto Tom Smulders expone la forma en que la ciencia puede ayudar a mejorar el bienestar animal.

Alimentos y recursos naturales icon Alimentos y recursos naturales

Durante miles de años, los ganaderos han criado animales de forma selectiva para la ganadería. Este proceso de domesticación ha dado lugar a razas que pueden tolerar determinadas condiciones como, por ejemplo, jaulas y establos abarrotados, lo que ha favorecido el auge de la ganadería intensiva. Los consumidores exigen cada vez más mejores normas de bienestar para los animales de granja, pero cambiar a una forma de cría menos intensiva no es fácil. «Las personas da por sentado que, en cuanto sacas a un pollo de su jaula, este ya es feliz», comenta Smulders, profesor titular de Neurociencia Evolutiva en la Universidad de Newcastle. «No obstante, la realidad es que estos pollos no han sido criados para enfrentarse de verdad a estos grandes entornos de cría y, por ende, hasta que no sepamos cómo diseñar mejor un entorno sin jaulas para lograr un bienestar óptimo, estos pueden provocarles mucho estrés». Ello pone de relieve la enorme repercusión que ha tenido la domesticación sobre los animales. «Podemos observar este efecto en el hecho de que los animales domesticados temen menos a los seres humanos. Además, su respuesta al estrés es más moderada que en sus parientes silvestres», explica Smulders.

Sin estrés por diseño

Smulders ha vuelto hace poco de un congreso en el que una empresa de genética presentó su trabajo con pollos de engorde. «Estos son los pollos que acaban en nuestros supermercados: son pollos grandes que se han criado para pasar de pollito a pollo de dos kilos en seis semanas», añade Smulders. El problema es que las patas de los pollos de engorde no siempre pueden seguir el ritmo de su rápido crecimiento, lo que significa que muchos de ellos no pueden caminar, un verdadero problema para su bienestar. «Esta empresa incluye ahora la salud de las patas como un rasgo seleccionable, lo que ya ha dado lugar a un pollo más sano y, quizá, más feliz», afirma Smulders. En teoría, deberíamos ser capaces de seleccionar genéticamente animales que sean cada vez más resilientes a los factores estresantes que experimentan, mejorando así su bienestar. Sin embargo, el hecho de que podamos hacer algo no significa que tengamos que hacerlo

Criar la felicidad

En el marco del proyecto financiado con fondos europeos CHICKENSTRESS, que contó con el apoyo de las acciones Marie Skłodowska-Curie, Smulders se propuso identificar posibles formas de reducir el estrés en los nuevos sistemas de estabulación. En el proyecto se combinaron investigaciones sobre el bienestar animal con conocimientos sobre la neurobiología del estrés. El equipo del proyecto descubrió que se podía aumentar el bienestar de las gallinas enjauladas enriqueciendo su entorno, incluso con videojuegos. Criar pollos para que sean felices, seleccionando los más tolerantes a la vida en la explotación, podría librarnos de la obligación de efectuar más mejoras materiales en las condiciones de vida de los animales. Pero Smulders dice que sigue mereciendo la pena intentarlo. «En mi opinión, si se adopta la perspectiva de que el bienestar animal tiene que ver con la experiencia subjetiva del animal, y si la experiencia subjetiva del animal es positiva por la razón que sea, entonces no veo por qué no deberíamos al menos intentar criar un animal al que “no le importe que se lo coman”». Aún queda por comprobar si se puede criar un pollo imperturbable antes de que se obtenga una fuente de carne 100 % ética: es decir, aquella que se cultiva en un laboratorio y que no requiere ningún animal para ello. Haga clic aquí para saber más sobre la investigación de Tom Smulder: La comprensión del cerebro podría ayudar a reducir el estrés de las gallinas.

Palabras clave

CHICKENSTRESS, genética, bienestar animal, sin jaulas, domesticación, cría, seleccionar