Una maquinaria agrícola autónoma más ligera mejora la calidad del suelo
La maquinaria agrícola pesada compacta el suelo, degradando su calidad. Si el suelo está compactado, las raíces de las plantas tienen dificultades para alcanzar los nutrientes de las capas más profundas, lo cual repercute en el crecimiento de los cultivos y, por tanto, en su rendimiento. El equipo del proyecto Autonomous Lightweight Agricultural Vehicle (ALAV), financiado con fondos europeos, ha ideado una solución novedosa. Han desarrollado un sistema completo y modular de herramientas de planificación de vehículos agrícolas. El sistema de suspensión patentado garantiza siempre el máximo contacto con el suelo, a la vez que reduce significativamente la compactación.
Proteger el suelo para aumentar el rendimiento de los cultivos de forma natural
Como explica Rienk Landstra, cofundador de AgXeed, entidad de acogida del proyecto: «Donde los equipos convencionales sobre ruedas suelen exceder un nivel de presión superior a 1,0 kg/cm2, nuestra plataforma de vehículo agrícola autónomo ligero (ALAV) se sitúa en el rango de 0,3 kg/cm2. Dicha cifra está muy por debajo del límite de compactación irreversible del suelo de 0,5 kg/cm2. Por debajo de ese nivel, el suelo, como organismo vivo, tiene la capacidad de restaurarse». El tren motriz eléctrico desarrollado por la empresa permite a los agricultores calibrar la presión a la que están sometidas sus tierras. Mide el par que necesita el ALAV para arrastrar una herramienta por el suelo, de modo que se puede generar un mapa que muestre el nivel de compactación en cada punto del campo. Por supuesto, la seguridad es fundamental: «Utilizamos un sistema de sensores lidar, radar y ultrasónicos, así como parachoques físicos, que funcionan en todas las condiciones y garantizan una parada controlada», afirma Landstra.
Un sistema modular automatizado para aliviar la presión sobre el suelo y los agricultores
El sistema ALAV es autónomo, lo cual significa que el operador queda fuera de la ecuación, por lo que la maquinaria puede ser más pequeña y ligera y, como en el pasado, se pueden separar las labores. En la actualidad, lo que Landstra describe como «enormes máquinas parecidas a fábricas» tienen que realizar varias tareas seguidas, simplemente porque una persona tiene que hacer toda una secuencia de trabajos, lo cual sobrecarga el suelo. AgXeed quería llevar la verdadera conducción autónoma a la agricultura: vehículos completamente sin conductor. Ello significa no solo poder programar la ruta completa por adelantado, en un momento conveniente para el agricultor, sino también que se reconozcan todos los obstáculos «imprevistos» y que la plataforma ALAV tome las contramedidas adecuadas. «El uso de nuestro sistema puede ahorrar a los agricultores una cantidad sustancial de tiempo, que pueden dedicar a lo que mejor saben hacer: tomar las decisiones adecuadas para optimizar los rendimientos. A ello contribuye también la gran cantidad de datos que recogen los sensores de nuestras máquinas», señala Landstra. La plataforma funciona con las herramientas que ya utilizan los agricultores, lo que evita la necesidad de realizar grandes inversiones en equipos completamente nuevos. Tal y como explica: «También garantiza que la calidad del trabajo realizado sea similar al resultado con otros métodos, si es que no es todavía mejor». Tras la versión para aplicaciones en cultivos herbáceos, el equipo construyó una versión para su uso en huertos y viñedos, así como una máquina enfocada a los productores de leche o a aplicaciones de desherbado. «Suministramos el “software” necesario para planificar campos y tareas de forma autónoma. Más de la mitad de nuestros recursos se dedican al desarrollo de nuestro portal, que brinda acceso a los agricultores al “software” de planificación».
Evolución de un sistema verdaderamente autónomo para los agricultores
Landstra cofundó la empresa en 2018 y en 2019 ya tenían el primer prototipo a escala real funcionando en su campo de pruebas. «Fue un momento increíble y en 2020 completamos el prototipo e hicimos pruebas exhaustivas, tanto en nuestro propio campo de pruebas como en explotaciones agrícolas vecinas. En 2021 llevamos el prototipo de gira a agricultores de Alemania y los Países Bajos y realizamos nuestras primeras ventas». Siguieron dos evoluciones más, basadas en los comentarios de los usuarios. En la actualidad, la empresa dispone de máquinas en funcionamiento desde América del Norte hasta Australia, y la mayoría de los ALAV funcionan en Europa. La compactación del suelo es un proceso que tarda en revertirse y depende de muchos factores. El equipo ha establecido una colaboración con la Universidad de Wageningen para evaluar cómo se recupera el estado del suelo. «Un ejemplo interesante y directamente medible es que, por primera vez, uno de nuestros clientes pudo plantar cultivos de cobertura en todos sus campos al final de la temporada 2022, de forma autónoma y de la noche a la mañana. Los cultivos de cobertura no se cosechan, sino que se dejan en el campo durante el invierno y se utilizan como abono natural. Ello evita la erosión del suelo durante el invierno y supone un ahorro considerable en el uso de fertilizantes», añade Landstra. Aunque los clientes aprecian claramente la comodidad y practicidad de los ALAV, Landstra no duda que recibir la subvención del programa Horizonte 2020 de la Unión Europea es un sello de excelencia muy útil. «Nos ha abierto muchas puertas y nos ha puesto en contacto con un grupo de personas totalmente nuevo, desde expertos del sector hasta inversores de capital riesgo. No estaríamos donde estamos si no hubiera sido por la financiación del programa Horizonte 2020».
Palabras clave
ALAV, maquinaria agrícola, autónomo, modular automatizado, rendimientos de los cultivos, suelo, presión, agricultores, explotaciones agrícolas, AgXeed
