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Removal of Legacy Substances from polyvinylchloride (PVC) via a continuous and sustainable extrusion process

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La extracción de sustancias químicas peligrosas podría impulsar el reciclado de plásticos

Las nuevas innovaciones para detectar y extraer las sustancias químicas heredadas del cloruro de polivinilo podrían aumentar las tasas de reciclado de este plástico tan utilizado.

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El cloruro de polivinilo (PVC, por sus siglas en inglés) es un polímero plástico sintético de gran producción, presente en aplicaciones que van desde la ropa hasta los materiales de construcción. «Una de las principales ventajas del PVC es que es duradero y resistente al agua y los disolventes», explica el coordinador del proyecto REMADYL, Laurens Delva, de Centexbel (Bélgica). «Esto hace que sea adecuado para aplicaciones exigentes». Aunque han aumentado los esfuerzos para reciclar este tipo de material, un obstáculo importante es que los materiales de PVC a veces contienen lo que se conoce como «aditivos heredados». «Cuando se utilizaban estas sustancias, a menudo hace varias décadas, no se consideraban tan peligrosas», afirma Delva. «Sin embargo, hoy en día estas sustancias se consideran problemáticas. Por ejemplo, se añadieron ftalatos para aportar flexibilidad al PVC, y se ha determinado que algunos de ellos suponen un riesgo para la salud». Además, a veces se añadían compuestos de plomo al PVC rígido como estabilizantes. Aunque se han ido sustituyendo progresivamente y eliminando por completo en las aplicaciones de PVC desde 2015, algunas aplicaciones de PVC de larga duración todavía pueden contener plomo.

Nuevas innovaciones en materia de extracción química

El equipo del proyecto REMADYL partía con varias ambiciones. Una de ellas era encontrar formas de extraer los ftalatos y el plomo del PVC al final de su vida útil, con el fin de aumentar las tasas de reciclaje. «Adoptamos tres enfoques al respecto», señala Delva. «En primer lugar, añadimos un producto químico secuestrante durante la fase de fusión del plástico al final de su vida útil. Esto funciona mediante la captura del plomo, que luego puede ser filtrado». El equipo del proyecto también utilizó dióxido de carbono supercrítico para extraer los ftalatos. Esta técnica ya se utiliza en la industria farmacéutica y alimentaria para combatir olores o extraer cafeína. Por último, el equipo estudió la posibilidad de utilizar tecnología basada en disolventes, que hincha el plástico y facilita la extracción del plomo.

Clasificar, detectar y reciclar

«Además de la extracción, también examinamos nuevos métodos de clasificación y detección», explica Delva. «No todos los productos de PVC contienen sustancias químicas peligrosas. Por tanto, queríamos ver si sería posible introducir métodos de detección y clasificación en línea en las plantas de reciclado». El prototipo desarrollado en el marco del proyecto REMADYL utiliza la espectroscopia para cuantificar la cantidad de plomo que contiene un producto. También se realizaron estudios teóricos para evaluar la viabilidad de la aplicación de la tecnología en una instalación de reciclado real. El equipo estudió además qué podía hacerse con el plomo y los ftalatos extraídos. El equipo aplicó una tecnología ya existente que transforma las moléculas de ftalato en moléculas seguras, lo cual permite reutilizar los productos químicos. Los productos químicos secuestrantes se utilizaron para convertir el plomo del PVC en sales de plomo que pudieran extraerse de la matriz polimérica. Un socio del proyecto que gestiona una refinería de plomo pudo convertir estas sales de plomo en plomo puro, abriendo así nuevas aplicaciones potenciales en productos como las baterías.

Nuevas oportunidades en el reciclado de plásticos

Uno de los principales éxitos del proyecto fue demostrar la viabilidad de los métodos que se estaban aplicando. La capacidad de extraer los ftalatos y el plomo de los residuos de PVC brinda grandes oportunidades no solo para reciclar más material de PVC, sino también para dar una segunda vida a las sustancias químicas extraídas. «Todo esto se llevó a cabo a nivel de investigación», dice Delva. «También realizamos análisis económicos para ver cómo se podían ampliar estos métodos a nivel industrial. Esta labor aún está en fase de debate». En colaboración con otro proyecto financiado con fondos europeos llamado CREAToR, el equipo del proyecto REMADYL ha publicado recientemente un resumen de políticas. En este resumen se señalan algunos de los principales obstáculos al desarrollo de una economía circular de los plásticos y se proponen recomendaciones.

Palabras clave

REMADYL, plástico, reciclado, PVC, polímero, ftalatos

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