Filtrado de los metales pesados
La tecnología referida consiste en filtros de arena impregnados con bacterias especiales que absorben o precipitan algo más del 80 por ciento de las cantidades de metales pesados como el zinc, cobre y aluminio. Además, y a diferencia de lo que admiten las tecnologías anteriores, esta tasa de absorción se puede mantener indefinidamente, gracias al sistema de limpieza continua incorporado en el filtro. Con un sistema de estas características no sólo se obtienen excelentes resultados, sino que se descarta la posibilidad de dañar a las propias bacterias, que de este modo siguen creciendo en la arena a través de un proceso continuo de alimentación. Esta tecnología ofrece a las empresas metalúrgicas y mineras una solución económica y rentable para cumplir las normativas ambientales europeas más recientes, y reducir así el importe de impuestos que deben pagar por evacuar metales pesados. A lo que cabe añadir que la reducción de la contaminación redunda en beneficio del medio ambiente en general y de la salud humana en particular, ante la sospecha que se tiene de que los metales pesados son productos cancerígenos. Cabe incluso la posibilidad de regenerar y reaprovechar los metales procedentes del lodo formado en el proceso de lavado mediante filtrado, con lo que se resolvería definitivamente el problema de la eliminación de los metales.