Cuanto más delgado es el recubrimiento, mayor es el éxito de los implantes dentales y ortopédicos
La tecnología actual incluye un método de recubrimiento de "plasma spray". Su mayor inconveniente radica en la falta de adhesión del recubrimiento, y el posible desprendimiento del implante y riesgos de grave inflamación. Además, la deposición mínima de 50 micrómetros (espesor de recubrimiento) que requiere esta técnica trae consigo la necesidad de que parte del recubrimiento quede reabsorbido antes de que pueda iniciarse la bioactividad ósea. La nueva técnica, denominada "deposición con láser pulsado" (PLD), es capaz de producir delgadas (dos micrómetros) capas homogéneas y muy adherentes de hidroxiapatita (fosfato cálcico) sobre titanio o aleación de titanio, sin necesidad de pretratamiento superficial del sustrato. La capa así depositada se ajusta perfectamente a los contornos de la superficie del implante, con buenos resultados de uniformidad del recubrimiento. Los implantes cilíndricos sometidos a ensayos de eficacia han demostrado la capacidad superior de la PLD. Al cabo de seis meses, el contacto óseo resultó un 43 por ciento superior al observado en los cilindros recubiertos con rociado de plasma; no sólo eso, sino que no se dieron casos de inflamación, frente a los varios observados con el método de recubrimiento tradicional. Es importante notar la ausencia de reabsorción del recubrimiento, lo que parece apuntar a la posibilidad de reducir aún más el espesor de recubrimiento.