Mejora de la cementación del hormigón con polímeros
Los métodos y materiales de construcción son cada vez más diversificados y especializados. Valga como ejemplo la necesidad de materiales aislantes en pasos a nivel donde se sabe que las corrientes magnéticas erráticas dañan las armaduras metálicas, o la necesidad de desarrollar materiales innovadores menos pesados para la ampliación de construcciones existentes. Un instituto portugués ha desarrollado un nuevo hormigón de polímeros utilizando resinas termoendurecibles como la resina de poliéster y agregados naturales como la arena silícea. En el marco del programa BRITE/EURAM 3, el objetivo principal de la empresa era desarrollar elementos de hormigón prefabricado de alto valor añadido, confiables y rentables, utilizando polímeros y materiales tradicionales. Se evaluaron muchas resinas pero los desarrolladores se decidieron por utilizar una resina de poliéster ortoftálica híbrida mezclada con aditivos especiales para impedir el encogimiento. Los ensayos iniciales mostraron que la resistencia a la compresión subía hasta 167MPa después del secado. No sólo eso, sino que también indicaron que era posible reducir el componente de resina hasta un 8,5-9,5 por ciento si se utilizaba la resina híbrida. En un desarrollo relacionado con lo anterior, el instituto diseñó también refuerzos de poliéster reforzado con fibra. Estos refuerzos fueron posibles por los avances en la tecnología de adhesión, el entorno alcalino pobre y la inherente fuerza de adherencia de los hormigones de polímero. Específicamente, los refuerzos han sido diseñados para ajustarse a las necesidades de la industria del hormigón de polímero y tienen en general un coste equivalente a un tercio de los refuerzos no ferrosos. La ventaja que ofrecen es que permiten la producción de secciones más delgadas y unidades de menor peso. Esta característica posibilita una reducción de peso del 15 por ciento, lo que conlleva automáticamente la reducción de los costes de transporte e instalación. Los nuevos y avanzados materiales pueden aplicarse globalmente, en todo tipo de entorno y condiciones climáticas. Con ello, la industria de la construcción se hace un espacio competitivo más capaz de medirse con los mercados norteamericano y japonés.