La biometría mejora las tarjetas inteligentes y la seguridad de la ICP Los investigadores están estudiando las posibilidades de la biometría para mejorar las tecnologías de seguridad existentes de las Infraestructuras de Clave Pública (ICP) y de las tarjetas inteligentes, con objeto de cubrir determinadas necesidades de seguridad, como las de las aplicaciones de banca, administración y salud electrónicas. Economía digital Actualmente, la necesidad de una mayor seguridad implica medidas más estrictas de identificación, autorización y confidencialidad. Contraseñas, números PIN y reconocimiento de huellas dactilares son métodos nuevos que tanto los bancos como los centros sanitarios y las instituciones gubernamentales están dispuestos a emplear para garantizar sus operaciones y lograr la confianza de sus clientes. Si bien el uso exclusivo del sistema ICP y de las tarjetas inteligentes puede resultar efectivo para sus operaciones diarias, la combinación de ambos con la biometría puede ser una solución mucho mejor para la seguridad. Las tarjetas inteligentes constituyen una etapa evolutiva - desde el punto de vista tecnológico, por encima de las versiones más antiguas de tarjetas magnéticas de acceso, códigos de barras y cintas magnéticas. Pese a que poseen módulos de memoria seguros, es posible violar su seguridad para descubrir los patrones biométricos del usuario, a pesar de la arquitectura avanzada de las tarjetas inteligentes. Por esta razón la tarjeta incorpora un procesador criptográfico integrado, para mejorar tanto los niveles de seguridad como la confianza en la arquitectura. El proceso de autenticación de la ICP para permitir el acceso a la clave privada, también puede ser vulnerable, pues no siempre verifica correctamente la identidad de la persona en cuestión. Sin embargo, la biometría garantiza mayor eficacia a ambas tecnologías. Los investigadores consideran que la biometría puede mejorar la seguridad del procedimiento de autenticación para la clave privada y para que el certificado y el usuario estén más vinculados. En lugar de combinar ICP-tarjetas inteligentes con reconocimiento de huellas dactilares, los bancos, la administración y el sector sanitario podrían utilizar los sistemas de verificación de firmas y reconocimiento de voz para identificar a sus clientes, empleados o pacientes. Es fundamental conseguir vendedores finales, integradores de sistemas y fabricantes principales de tarjetas inteligentes para garantizar el éxito de la integración en masa de esta tecnología. La fabricación de productos biométricos aumentará su participación en el mercado, sus beneficios y sus ingresos y les garantizará los conocimientos y la experiencia. Los distintos mercados comerciales deberían centrarse, por lo tanto, en reforzar sus relaciones con los anteriores para lograr el acceso a la tecnología y superar las barreras técnicas, jurídicas y de normalización. El uso de la metodología adecuada y de las normas de gestión de proyectos es fundamental para evitar los riesgos del mercado. Esta potente combinación de tarjetas inteligentes, ICP y biometría permitirá determinar y satisfacer positivamente las necesidades de seguridad de los clientes.
