Comprender mejor la combustión por pulverización en el encendido directo
Los conceptos tecnológicos que rigen la combustión por pulverización en los motores diesel y de gasolina optimizan la quema del combustible y reducen las emisiones de HC (hidrocarburos). Teniendo en cuenta estos conceptos, es necesario comprender la interacción de las gotas de combustible o del pulverizador cuando se produce el contacto con la pared del cilindro. Tras ese contacto contra la pared del cilindro, el vapor del combustible es redirigido a las bujías de encendido. Según la temperatura y la velocidad a la que choque el chorro de combustible contra la pared del cilindro, la cantidad de vapor de combustible redirigida a la bujía y quemada será diferente en cada ciclo. Es esta diferencia la que produce una combustión parcial, que provoca a su vez un alto nivel de emisiones de HC y partículas de hollín, además de causar la ineficiencia del motor. Por este motivo, un centro de investigación español ha analizado el modelo de interacción de la pared de Naber y Reitz, y otros modelos más sofisticados como los de Bai y Gosman, Mundo y Sommerfeld, y Amsden y O'Rourke. El modelo de Naber y Reitz combina los modos de chorro de pared y rebote pero sin salpicar. Los resultados fueron satisfactorios cuando las gotas pulverizadas se desarrollaban del todo y no estaban demasiado altas. Sin embargo, las distancia del impacto de chorros y las altas velocidades del impacto no acababan con la división y el salpicado de las gotitas. Los resultados comparativos han mejorado los conocimientos de la combustión por pulverización, y se han puesto en práctica en la aplicación de software FIRE. Este conocimiento abre las puertas a nuevos descubrimientos y ofrece las directrices futuras para optimizar la combustión por pulverización en motores de combustión de encendido directo. El centro español cree además que los resultados darán lugar a nuevas ideas y conceptos viables, que se pondrán a disposición de los socios industriales para su evaluación. Esas evaluaciones, a su vez, pueden llevar a conseguir motores de combustión más limpios y a reducir el impacto medioambiental.