Eliminación de los metales tóxicos de las aguas residuales con el tratamiento de intercambio de iones Algunos historiadores creen que la contaminación de los metales pesados tuvo un papel importante en la caída del Imperio Romano. Varios miles de años después, el hombre trata de defenderse mejor ante la contaminación de los metales pesados. Cambio climático y medio ambiente En términos generales, la metalurgia es la ciencia de los elementos metálicos y sus mezclas, las aleaciones. Se han logrado grandes beneficios para la humanidad en este campo, aunque al mismo tiempo se ha puesto en peligro el medio ambiente. Los vertidos de las aguas residuales, procedentes de actividades como el baño de metales, son ricos en metales pesados que pueden ser tóxicos para toda forma de vida. Hoy en día, el método más común para limpiar las aguas residuales es la precipitación por hidróxido. El pH de las aguas residuales se incrementa de forma artificial más allá del punto de solubilidad, y el precipitado resultante de hidróxido metálico se elimina del flujo de filtrado. No obstante, la legislación medioambiental está elevando la prohibición del nivel permitido de metales pesados, por lo que hay que identificar mejores métodos de depuración. Los investigadores se dispusieron a estudiar la técnica del intercambio de iones, en concreto el descubrimiento de nuevos materiales absorbentes. Con el intercambio de iones, los iones de metales pesados son atraídos a una resina especial. Una de las mayores ventajas de este proceso es que una vez que la resina se satura, se puede retirar, limpiar y volver a utilizar. La clave está en los materiales utilizados para crear la resina. Los científicos probaron materiales orgánicos e inorgánicos. Se desarrollaron nuevas resinas en el laboratorio, usando materias primas tales como extractos de algas marinas. El rendimiento de la descontaminación y las características del intercambio de iones se evaluaron con aguas residuales de verdad, así como en el ordenador mediante ejercicios de modelado. Además de las algas marinas, los carbonos activados también resultaron ser muy efectivos. El trabajo de los investigadores llevó a desarrollar métodos de elaboración de resinas que contribuyeron a mejorar su eficiencia. Por último, se desarrolló una técnica para extraer los metales usando una bomba paramétrica de pH. Estos resultados ayudarán a la industria metalúrgica a cumplir las normas, cada vez más rígidas, superando las limitaciones actuales de la precipitación con hidróxido. Además, el aumento del volumen de metales pesados recuperados provocará un incremento del volumen de reciclaje, lo que incrementará a su vez el grado de sostenibilidad de muchos procesos de fabricación. Aunque ya no utilizamos cacharros de plomo, como los antiguos romanos, todavía luchamos contra los riesgos potenciales de la contaminación de los metales pesados.
