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Effects of land-use changes on sources, sinks and fluxes of carbon in European mountain areas

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Intercambio de CO2 en los ecosistemas de pastos montañosos

El proyecto CARBOMONT ha ayudado a comprender mejor la capacidad de los ecosistemas de pastos montañosos de secuestrar carbono de la atmósfera.

Cambio climático y medio ambiente icon Cambio climático y medio ambiente

El aumento de las concentraciones de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera y el número cada vez mayor de pruebas que reflejan el calentamiento global llevaron a la firma del Protocolo de Kyoto, que insta a las naciones a reducir las emisiones de dióxido de carbono y otros gases invernadero. Para calcular el impacto de las emisiones de dióxido de carbono, hay que conocer bien el ciclo de carbono, no sólo en lo que se refiere a la atmósfera sino a la biosfera. A pesar de que se han hecho progresos, se sabe poco acerca del intercambio neto del ecosistema (NEE) del dióxido de carbono en el caso de los ecosistemas de pastos montañosos. El proyecto CARBOMONT, dirigido por la Universidad de Innsbruck, en Austria, trató de resolver este problema. Se estudiaron y modelaron nueve parcelas que abarcan tanto Estados Miembros europeos como Estados recién asociados. La investigación de CARBOMONT reveló que el ciclo de carbono resulta fuertemente moderado por el ciclo de nitrógeno, y que le afecta especialmente la aplicación de abonos en los pastos gestionados. Se comprobó que el uso de la tierra y los cambios en el uso de la tierra constituyen un elemento principal en la variabilidad del NEE de un lugar a otro. Las condiciones de sequía, comunes en la región mediterránea, contribuyeron realmente a reducir el empuje del dióxido de carbono desde el suelo. La Universidad de Innsbruck y sus socios identificaron dos tipos de ecosistemas de pastos montañosos y sus NEE correspondientes. Los que estaban gestionados de una forma intensa y se usaban para pasto mostraron una mayor variabilidad, con un NEE medio de 48+/-136 gramos de carbono por metro cuadrado al año. Esto significa que algunas de estas regiones eliminan el carbono de la atmósfera, mientras que otras son, desafortunadamente, fuentes. La variabilidad se atribuyó al nivel de agua disponible en el suelo. Los resultados fueron más coherentes en el caso de los ecosistemas de pastos montañosos, el segundo tipo identificado. En general, se comprobó que son pequeños depósitos de carbono, del orden de 20 gramos de carbono por metro cuadrado al año. Se observó que las variables del clima, sobre todo la temperatura, son los factores más importantes para este tipo de ecosistema. Los datos recopilados en el proyecto CARBOMONT reforzará el inventario de carbono de Europa, cada vez mayor, y sus esfuerzos por cumplir el protocolo de Kyoto. Más información sobre el proyecto y sus resultados, en la siguiente dirección de Internet: http://carbomont.uibk.ac.at

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