Comprender e imitar la corrosión por grietas
Las estructuras de acero inoxidable expuestas al agua de mar pueden sufrir corrosión por las grietas. Se puede crear una reacción positiva entre las bacterias aeróbicas y las bacterias sulfatorreductoras (SRB) que colonizan las grietas del acero inoxidable. A lo largo del tiempo, la corrosión en forma de grietas puede debilitar el acero hasta el punto de fragmentarlo, lo que genera problemas de seguridad además de costes de mantenimiento y reparación. A través del programa GROWTH, se fundó un consorcio de nueve organizaciones para resolver el problema de la corrosión por grietas. El centro francés CEA-Saclay se encargó de la difícil tarea de recrear la química del agua salada en el laboratorio. Los científicos de CEA-Saclay trataron primero de entender mejor el mecanismo por el que se produce la corrosión en forma de grietas. Observaron que las biopelículas aeróbicas y anaeróbicas creadas por las bacterias facilitan la corrosión, acelerando la reducción y limitando la pasivación respectivamente. CEA-Saclay consiguió simular las reacciones aeróbicas en el laboratorio añadiendo glucosa oxidasa al agua salada estéril. Así mismo, se recreó la química anaeróbica añadiendo sulfuro sódico (Na2S) y cloruro de hidrógeno (HCl) al agua salada estéril desoxigenada. Los científicos recomendaron mantener el pH entre 6.7 y 7, y la concentración total de sulfuro en unas 400 partes por millón (ppm). CEA-Saclay y el consorcio CREVCORR comparten sus conclusiones con las comunidades académica e industrial. En la Conferencia Mundial del Acero Inoxidable, celebrada en Paises Bajos en 2003, se presentó un documento con los resultados. Las dos mezclas sintéticas de agua salada serán de ayuda para los ingenieros que deseen comprobar la resistencia de los nuevos tipos de acero inoxidable a la corrosión por grietas.