Las bioincrustaciones en la infraestructura de observación costera
Los instrumentos subacuáticos que sirven para medir, observar y hacer seguimiento del entorno marino se enfrentan a un importante problema, las bioincrustaciones (biofouling). Éstas pueden provocar un rápido deterioro del rendimiento de los instrumentos y de la calidad de los datos recabados y, además, hacer necesario el mantenimiento frecuente y costoso de dichos aparatos. Para hacer frente a este problema, el proyecto BRIMOM desarrolló una amplia gama de tecnologías para reducir las bioincrustaciones en los instrumentos subacuáticos, haciendo hincapié especialmente en los sensores ópticos y de membrana. Entre estas tecnologías están la generación electroquímica local de cloro, los recubrimientos de hidrogel con contenido en un agente tensoactivo específico y la iluminación ultravioleta C (UV-C). La formación de bioincrustaciones depende de diversos factores, entre estos la temporada, la ubicación (zona ártica, templada o tropical) y el tipo de medio acuático (estuario, costa, mar abierto y océano). La combinación de todos estos factores complica sobremanera la elección de la estrategia contra las bioincrustaciones (antifouling) más adecuada para determinado tipo de aparato. Para los puntos de observación automatizada, se desarrollaron técnicas contra las bioincrustaciones basadas en el flujo a través de los sistemas; dichas técnicas se probaron en dos tipos de medios acuáticos: el río Elba y el Mar del Norte. Se hicieron pruebas exhaustivas con las que se identificaron técnicas óptimas contra las bioincrustaciones que conllevan un consumo mínimo de energía y de reactivos en relación con la ubicación de cada punto de observación y la época del año. Se demostró que, variando los caudales de flujo, se puede utilizar una gama amplia de procedimientos de limpieza dependiendo de la zona. Estos procedimientos varían: desde el enjuagado automático con agua corriente en aguas árticas a la combinación de acidificación y cloración en aguas tropicales, pasando por la acidificación a pH 3 en aguas templadas. El uso de un método sin reactivos contra las bioincrustaciones que se pueda instalar con facilidad y mantener con seguridad podría reducir enormemente las bioincrustaciones durante varios meses y permitir el suministro de datos de calidad satisfactoria. Para más información, visite: http://www.brimom.org