Elaboración de modelos de flujos de superficie en los polos terrestres
Los polos de la Tierra son particularmente vulnerables al cambio climático. Dado que se trata de un entorno inhóspito, la medición de los parámetros atmosféricos, entre otros, se ve limitada. Como compensación, a menudo se utilizan modelos en combinación con observaciones por satélite para evaluar el estado de la atmósfera y la criosfera y realizar previsiones. Los científicos del Instituto sueco de meteorología e hidrología (SMHI) y sus homólogos en el norte de Europa se propusieron mejorar estos modelos en el marco del proyecto IOMASA. En concreto, volvieron a examinar la parametrización de los flujos turbulentos de calor, humedad e impulso en la superficie. El SMHI consiguió pruebas empíricas mediante campañas de medición realizadas en varias superficies. La variabilidad de los datos no podía explicarse plenamente mediante el número de Richardson, que en la actualidad forma la base de las funciones de corrección en modelos. En un intento por ir más lejos, el SMHI incorporó un parámetro de estabilidad adicional, basado en la frecuencia de Brunt-Väisälä, así como el coeficiente de rugosidad de la superficie en el esquema de parametrización a fin de tener en cuenta otros fenómenos atmosféricos que afectan a los flujos. Los resultados de su trabajo se integraron en HIRLAM, el Modelo numérico de alta resolución de área limitada utilizado para previsiones meteorológicas de corto alcance por varios institutos de meteorología del norte de Europa, incluido el SMHI. En el futuro, la investigación se centrará en la combinación del nuevo sistema de superficie con las últimas parametrizaciones de nieve y hielo a fin de seguir mejorando el conocimiento sobre el tiempo y el clima en las regiones polares.