Nuevo supresor de tumores en mitocondrias
El éxito del tratamiento del cáncer depende de agentes como la radiación y los fármacos de quimioterapia que dañan el ADN y dan lugar a la apoptosis o muerte celular programada. Curiosamente, la apoptosis representa un mecanismo de control necesario para el buen funcionamiento de cualquier organismo multicelular por el que se destruyen las células viejas o que funcionan mal. Sin embargo, hay casos en que los tumores son resistentes al tratamiento que emplea vías apoptóticas. La explicación bioquímica de esto es la presencia de un bloqueo en la vía hacia la autodestrucción celular. Relacionado con esto, como parte de su control de multiplicación, las células están equipadas con varios sistemas, pero cuando éstos dejan de funcionar debidamente, las células crecen sin control. En uno de estos sistemas está implicada la proteína ARF (marco de lectura alternativo). Su situación es casi exclusivamente nuclear y funciona junto con las proteínas p53 para inhibir la estimulación del crecimiento y la división celular. Como parte de IMPALED, un proyecto financiado con fondos comunitarios, los investigadores estudiaron nuevos tratamientos para el cáncer basados en las interacciones moleculares que se dan en estas vías apoptóticas. Más en concreto, los socios del Instituto de Ciencias Weizmann centraron su investigación en una forma nueva de supresor tumoral, localizado esta vez en las mitocondrias. Ha sido llamado, con acierto, smARF (siglas en inglés de ARF mitocondrial corto) y es más pequeño que su homólogo nuclear. Otra diferencia es que no requiere la presencia de la proteína p53 para cumplir su función reguladora. El smARF actúa directamente sobre el potencial de la membrana de la mitocondria, lo que desencadena una muerte celular lenta. Este trabajo representa otro paso en la investigación del control de la apoptosis y su relación con el desarrollo tumoral y la sensibilidad al tratamiento. Los resultados de la investigación del proyecto en su totalidad han sido publicados como estudios y artículos experimentales en revistas de calidad contrastada. En última instancia, uno de los objetivos es la comercialización de tratamientos contra el cáncer prometedores.