Apoyo a las políticas de seguridad vial en toda Europa
En el año 2001, la Comisión Europea adoptó un libro blanco sobre transporte, «La política europea de transportes de cara al 2010: la hora de la verdad» («European transport policy for 2010: time to decide»). Tras la publicación del libro blanco, se presentó un programa europeo de acción en pro de la seguridad vial, con el objetivo de reducir las muertes anuales en carretera a la mitad a finales del año 2010. Este ambicioso objetivo se estableció a la vista de los volúmenes crecientes de tráfico en buena parte de Europa. Sin embargo, se podría argumentar que enmarcar la seguridad en carretera en términos de número de accidentes y definir el éxito basándose en los cambios en estas cifras puede dar lugar a una método demasiado simplificado. Una alternativa implica definir y monitorizar los indicadores de rendimiento en seguridad (SPI, Safety Performance Indicator). Algunos ejemplos de SPI incluyen la tasa de uso de cinturones de seguridad, los niveles de velocidad o las medidas dirigidas a mejorar la resistencia de los automóviles en caso de colisión. Esta aproximación ha disfrutado de una mayor atención mediante iniciativas como el proyecto Safetynet. Este proyecto, apoyado por el Sexto Programa Marco, ha generado una cantidad inmensa de datos que describen el funcionamiento del sistema de transporte por carretera, el «Observatorio Europeo sobre Seguridad Vial». En primer lugar, se recopilaron y actualizaron todos los datos, y después se publicaron mediante el sistema «Care». Gracias a él 27 países europeos pueden acceder a datos relacionados con la investigación en profundidad de accidentes en carretera adecuados para el cálculo y validación de SPI. Esto permite a los investigadores tomar decisiones informadas sobre si las comparaciones entre países son adecuadas o hasta qué punto reflejan diferencias en la seguridad en carretera. El «Observatorio Europeo sobre Seguridad Vial» es, actualmente, la fuente de datos más útil con datos comparables a nivel europeo. Sus futuro desarrollo permitirá monitorizar de forma sistemática las tendencias en seguridad vial e identificar las mejores prácticas para reducir al máximo los accidentes en carretera.