Mejorando los trayectos hasta las autopistas europeas
El desarrollo de una red europea de carreteras sostenible requiere planificación e investigación a todos los niveles. Los trazados y los pavimentos que requieren demasiado mantenimiento pueden provocar, como mínimo, inconvenientes y, en el peor de los casos, peligros y el desperdicio de recursos valiosos. El proyecto Samaris, financiado por la Unión Europea, planificó dos vías paralelas de investigación en una sola iniciativa para solucionar las carencias de las carreteras europeas. Se seleccionaron usuarios finales tanto de los pavimentos como de las estructuras de carreteras para recibir consejo acerca de la definición de prioridades, la orientación de las investigaciones y la difusión de los resultados. Los pavimentos sirvieron como camino para realizar una aproximación respetuosa con el medio ambiente. Durante la investigación se analizaron rigurosamente materiales alternativos para las calzadas y métodos de reciclaje. También se investigó el uso de materiales potencialmente peligrosos para las calzadas. Las calzadas flexibles (en oposición a las rígidas) han sufrido, hasta la fecha, problemas inherentes de grietas y rugosidad. Los investigadores de Samaris desarrollaron modelos para predecir la deformación de los pavimentos flexibles que responden de forma elástica a la carga. La investigación sobre estructuras se centró en el hormigón reforzado con acero. Para evitar la corrosión asociada al acero, se realizó un estudio exhaustivo del hormigón reforzado con fibras que tuvo en cuenta la rehabilitación de estructuras, incluidos los puentes, y el uso de hormigón reforzado de ultra-alto rendimiento para otras estructuras de vías rápidas. El proyecto Samaris sirvió de preparación para la armonización de la especificación de materiales de cara a la próxima generación de normas del Comité Europeo de Normalización (CEN). Además, esta investigación apoya la política de la Unión Europea de mejorar el mantenimiento de las estructuras de carreteras para evitar los cortes innecesarios. Se espera que los resultados del proyecto se traduzcan en un mejor aprovechamiento de las inversiones públicas en la red europea de carreteras. Un mantenimiento menor, reparaciones más duraderas y un mayor nivel de seguridad, con el añadido de la protección medioambiental, son tan sólo algunos de los beneficios potenciales para los conductores europeos.