La censura académica en los tiempos del socialismo
El proyecto financiado con fondos europeos CZ-HU censorship («La censura académica bajo el régimen estatal socialista de la República Checa y Hungría») investigó las condiciones de la vida académica y la publicación de trabajos de ciencias sociales y humanidades durante las décadas de los años setenta y ochenta. El equipo del proyecto contó con acceso a documentos políticos del estado y del Partido Comunista, y también a información facilitada por científicos empleados en ese período en instituciones académicas de aquellos países y aún considerados autoridades científicas en la actualidad. El foco de interés fueron la censura académica y la autocensura, y también el análisis de los mecanismos de censura a los que estaban sometidos los autores. Las pesquisas revelaron que en Checoslovaquia, entre 1968 y 1989, estaba centralizado el control de la investigación académica y que se propugnaba la lealtad ideológica, sobre todo en las ciencias sociales y las humanidades. Sin embargo, muchos de los científicos entrevistados en persona en institutos de investigación y departamentos de universidades negaban esta circunstancia. Las instituciones académicas húngaras gozaban de mayor autonomía, si bien también debían regirse por las prioridades científicas impuestas por el partido y el gobierno central. Los documentos del partido de Hungría analizados hacían hincapié en la economía, y no en la ideología, como prioridad de las ciencias sociales. A grandes rasgos, la censura preventiva era más acusada en Checoslovaquia, mientras que en Hungría era más intensa la censura posteditorial. Esto explica las diferentes perspectivas «nacionales» manifestadas en las entrevistas. Así, los investigadores checoslovacos destacaron la falta de libertad académica, mientras que los húngaros consideraban que había una libertad académica considerable. Asimismo, los checoslovacos señalaron que sus trayectorias profesionales habían estado marcadas por la opresión, las restricciones, las amenazas y el miedo. Esta situación difiere de la descrita en los testimonios de los científicos húngaros, si bien estos sí que citaron casos de expulsiones de institutos científicos, encarcelamientos en los años setenta y un «silenciamiento» en los escritos académicos durante los años ochenta. Los entrevistados checoslovacos no aludieron a fenómenos de esta naturaleza. Las amplias purgas del partido en 1969 y 1970, de las que se derivaron despidos y silenciamiento general a gran escala, fueron represalias por la implicación política en la Primavera de Praga, no por la publicación de escritos académicos. Estas distintas realidades nacionales descritas han repercutido de diversas maneras en el panorama actual. Los científicos húngaros criticaron duramente el desarrollo académico y social que siguió a la caída del estado socialista, mientras que los checoslovacos hablaron del presente con alivio, un sentimiento de liberación, realización profesional y libertad académica. Fueron pocos los checoslovacos críticos; únicamente aquellos que accedieron a puestos en instituciones académicas en la década de los setenta. Estas observaciones y estos hallazgos revisten importancia de cara a comprender el actual proceso de publicación de trabajos académicos en estos países y dar impulso a la investigación. Además, esta iniciativa dio a estudiosos e investigadores de aquella época la oportunidad de ventilar injusticias pasadas rememorando un pasado reciente más oscuro desde una perspectiva más amplia.