Adecuación del aporte de nutrientes para una regeneración tisular efectiva y segura
A pesar de que los biorreactores de perfusión han permitido mejorar el transporte de nutrientes, en ocasiones pueden resultar contraproducentes, al ejercer un estrés mecánico que resulta perjudicial para las células en cultivo. Si para minimizar este inconveniente se disminuyen las tasas de perfusión, el aporte de nutrientes puede resultar inadecuado. El proyecto Transmex («Balance entre transporte y aspectos mecánicos en tejidos regenerativos 3D, empleando el biorreactor de perfusión») tiene como objetivo alcanzar un balanceun equilibrio entre las ventajas nutricionales de la perfusión y la muerte celular que produce. De manera más concreta, este proyecto, financiado por la UE, se propuso establecer un modelo para la deformación inducida por el flujo de fluido en las células de tejidos obtenidos mediante ingeniería. Mediante sus investigaciones, dirigidas a revelar determinar las ventajas y las limitaciones de la perfusión del medio de crecimiento para el desarrollo de neotejidos, los científicos demostraron la existencia de un rango operativo de perfusión que resultaba beneficioso, y además establecieronndo sus parámetros. Los resultados mostraron claramente la necesidad de identificar la capacidad operativa del sistema de perfusión, así como el modelo de soporte celular más adecuado. Esto permitiría diseñar una estrategia de cultivo que hiciese posible maximizar la eficiencia del aporte de nutrientes, sin aplicar una presión perjudicial para las células o el soporte en el que se cultivan. Puesto que la perfusión directa mediante el biorreactor conlleva necesariamente un incremento de presión, es el tiempo de duración de éesta el que determina si se producirá daño en el tejido y si el cultivo se verá afectado. Tras comprobar que las presiones y los tiempos óptimos varían de un sistema a otro, los miembros del proyecto Transmex plantearon la necesidad de adaptar las estrategias desarrolladas para la ingeniería de tejidos al sistema empleado en cada ocasión. De esta forma, sería posible monitorizar la presión diferencial en el interior de un sistema de cultivo con perfusión, así como determinar el tiempo a partir del cual la presión comenzaría a ser perjudicial, empleando para ello un rango de tasas de flujo. La monitorización en línea del cultivo perfundido permite adaptar la intensidad del flujo con el fin de optimizar el aporte de nutrientes a las células, manteniendo unos valores de presión seguros. Los resultados obtenidos por el proyecto Transmex servirán a los científicos y a los clínicos para mejorar las estrategias dirigidas a la regeneración tisular. Los avances en esta área contribuirán significativamente a los esfuerzos realizados por los sistemas de salud sanitarios de todo el mundo para reducir los costes derivados de las enfermedades.
